La continua caída de azulejos de los murales cerámicos de la ciudad es “otro ejemplo más de que las prisas no son buenas”, ha dicho la portavoz municipal, Flora Bellón.
CAÍDA DE PIEZAS
Bellón ha criticado la gestión de ésta y otras muchas cuestiones, considerando que “las cosas no se han hecho bien”, y ha incidido en que han aparecido problemas porque las piezas se ahuecan, los marcos no encajan o no se han pegado bien los azulejos.
La última incidencia ha tenido lugar en el mural cerámico dedicado a la fiesta de las Mondas elaborado por Carlos Garrido -situado en la calle Adalid Meneses- y que ha sufrido nuevos desprendimientos de azulejos. Y ya son 14 las piezas desprendidas.
REUNIÓN CON CERAMISTAS
Ante este problema, el Gobierno local ha acordado reunirse en las próximas semanas con ceramistas y empresa instaladora y “ver qué fórmula vamos a abordar para solucionar la situación de una vez por todas”. El hecho es de capital importancia debido a que “los murales han costado mucho dinero al Ayuntamiento, más de 200.000 euros, de momento”, en instalación y conservación de los mismos; incluso en los convenios realizados en casos de edificaciones privadas, el Consistorio (en el mandato del Gobierno anterior) también se comprometió en las labores de conservación y mantenimiento.
Bellón ha lamentado que el anterior Ejecutivo hiciera una inversión tan grande y “ni siquiera se hicieran las cosas bien”, solo “con el objetivo de hacerse la foto y salir junto a un mural”. Así, la portavoz se ha referido a problemas que están surgiendo en los murales de la Plaza de San Miguel o el de Alfares junto a una farmacia, ambos “instalados de forma defectuosa”.
Por eso, y porque “apoyamos al sector cerámico”, Bellón ha dicho que se necesita conocer la opinión profesional y técnica de los agentes que han participado y saber si el problema es de adherencia, del marco de forja que recoge los murales o si hay necesidad de poner algún tipo de protección.