El novillero de Pepino, Tomás Rufo, se destapó definitivamente como un valor de futuro por el mero hecho de querer torear y hacer bien las cosas, lo que le valió para cortar una merecida oreja y llevarse de calle la segunda edición del ciclo de novilladas nocturnas "Cénate Las Ventas".
Su primero, más feote de hechuras a pesar de su preciosa lámina berrenda, fue mansurrón en los primeros tercios. A su aire de salida, "cantó la gallina" en varas y rápido pareció buscar las tablas en los primeros compases con la muleta. Pero Rufo acertó a sujetarle en los medios y, algo aún mejor, logró que pareciera mejor de lo que aparentaba ser gracias a la puesta en escena que llevó a cabo, de querer hacer las cosas bien en todo momento. Así logró muletazos de muy buen aire que, sin ser rotundos, al menos le hicieron mostrarse muy por encima de las circunstancias.
Eso y el efecto fulminante de la estocada animó a la gente a pedir mayoritariamente una oreja que el palco acabó denegando. El cuarto apuntó mejor son de salida. Quedó corroborado tanto en el percal de Rufo (verónicas y chicuelinas) como en el de González (zapopinas). También en el caballo cumplió más y mejor. Y qué decir en la muleta, donde "rompió" con bravura.
Rufo pecó aquí quizás de confiarse de más, sobre todo al principio, de querer abandonarse y pegárselos a lo Juan Mora desde la apertura. Pero a un bravo hay que dominarlo primero, decirle "aquí estoy yo", y, una vez domeñado, abandonarse con él.
Lo bueno fue que rápido entendió que ese no era el camino y en la segunda serie ya se puso de verdad para llevar a cabo una faena en la que volvieron a brotar muletazos de buena firma, de esos de tirar y gobernar las embestidas y, sobre todo, un final con ayudados por alto de exquisita interpretación.
Tiene muy buen aire este novillero, que a estas alturas del festejo se estaba llevando ya la final de calle. También hambre y valor. Quedó corroborado por cómo se tiró con la espada, a matar o morir, lo que le valió una merecida oreja.
El sexto fue un novillo de más a menos, y Rufo volvió a estar a buen nivel con él, primero al ligarle las tandas por el derecho y después para meterse en la distancia corta, con el utrero más quedado, y seguir dándole fiesta en otra labor interesante.
La verdad es que debió salir a hombros, pues nuevamente hubo petición de sobra para la oreja. Pero el palco le cerró la Puerta Grande. El certamen, eso sí, lo ganó sobradamente.
Abrió la final un novillo fino y bien hecho de El Cortijillo que, además, colocaba muy bien la cara en los delantales de recibo de Rafael González. Por abajo también apretó en el caballo, donde no le castigaron demasiado para que llegara todavía con más movilidad a la muleta. Lástima que no se viera, pues González lo ahogó desde la primera tanda. Lo que sí se vio fue la entrega del animal, que lo pedía todo por abajo. Pero el madrileño, que hacía su cuarto paseíllo este año en Las Ventas, le impidió desarrollar el buen fondo que tenía con una faena encimista y perfilera, lo que hizo que el novillo se fuera al desolladero con las orejas puestas. El tercero fue todo lo contrario: mansurrón, sin clase ni entrega, con el que González se empeñó de más en una trasteo plúmbeo y anodino. Tampoco dijo mucho con el mansito quinto, que, aún así, tampoco tuvo mal aire, al menos para estar de otra forma, no tan despegadito y con tan poca fibra, por mucho que quisiera luego vender el barato con todo tipo de alardes.(cope.es)
Gran ambiente en la final del Certamen de novilladas nocturnas con récord de asistencia en este ciclo de novilladas en los tres años de gestión de Plaza 1 con 8.874 asistentes. Valió la novillada de El Cortijillo y Lozano Hermanos y Tomás Rufo se proclamó vencedor tras cortar una oreja, una vuelta al ruedo y cerca de abrir la Puerta Grande. Rafael González pinchó una buena faena ante el importante quinto. Desde muy pronto se saboreó la rivalidad que iba a existir a lo largo de toda la noche entre los dos finalistas del certamen, conscientes del peso de la cita.
El primer novillo de El Cortijillo destapó genio y movilidad para que Rafael González pudiera sacar a relucir la franca disposición de su toreo. Acertó con la tecla y conjugó muletazos de mucho empaque por el pitón derecho. Se repuso con garra de una fea voltereta que se saldó, afortunadamente, sin consecuencias. Pinchó antes de dejar la estocada. Palmas.
Al tercero de la tarde le faltó clase y fondo. Por el pitón derecho tendía a salir distraído, por lo que Rafael González basó la faena en el pitón zurdo. Exprimió cada una de las embestidas de ‘Iluminado’. Con el novillo rajado en tablas entró a matar para dejar una estocada caída. Silencio. El quinto del encierro manseó en los primeros tercios. Notables fueron los pases por el pitón derecho; los naturales, robados de uno en uno, de mucho mérito. Con el toro venido muy a menos alternó firmes derechazos con pases cambiados por la espalda. Luquesinas para cerrar. Mato de estocada trasera que necesitó del uso del verduguillo. Saludó la ovación desde el tercio tras un aviso.
No fue fácil de salida el berrendo en castaño que hizo segundo para Tomás Rufo.Le puso la muleta en los medios sin probaturas y fue templando el cabeceo inicial. A base de tesón le robó varios derechazos profundos y algún natural pero le costaba repetir al de Lozano Hermanos y le faltó continuidad a la faena. Demostró el toledano una gran actitud y mató de entera fulminante. Se le pidió la oreja pero quedó en vuelta al ruedo. El cuarto de la tarde sí se dejó en el capote y quite por lopecinas de Rafael González. Interesante inicio de faena con tres derechazos de mano baja con personalidad. Siguió por ese pitón con muletazos de mucha profundidad aunque faltaban los remates de tandas. Se iba acabando el novillo de El Cortijillo y lo exprimió acortando distancias. La faena acabó en alto y la estocada fue fulminante tras la que paseó una oreja. Ante el sexto salió a por todas. Fue un toro reservón en los primero compases pero que transmitió en los primeros instantes de faena de muleta. Las dos tandas por el derecho fueron ligadas, con profundidad y empaque. Se descompuso un poco la embestida y bajó la faena pero supo levantarla en la última tanda exprimiéndolo más en corto. Dobló tras media estocada y se le pidió la oreja no concedida. Fue proclamado por unanimidad como triunfador del certamen.(cultoro.es)