Por el interés que ha despertado el artículo del conquense Raúl del Pozo, lo reproducimos a continuación con la coletilla que desde la Siberia extremeña nos remite nuestro Ciego del Berenchín.
Raúl del Pozo (El Mundo)
Ha interrumpido mis merecidas vacaciones, bajo la sombra del granado, una explosión de butano. Así nos suele ocurrir siempre con José María García, que a los 75 años sigue pisándonos las noticias y las siestas como cuando era un pibecabrón y enseñó a sus mejores amigos que el periodista no tiene que ser una buena persona, sino un lobo para el periodista y no dejarle dormir tranquilo.
El que inventó una jerga, marcó una época haciendo énfasis en la denuncia y ganó más leña o manteca que ningún otro reportero de la historia, entreteniendo los insomnios, después de 16 años retirado de los platós, sigue incendiando las audiencias y dándonos la vara. Dijo Carlos Toro que es el único que no dice "GOOOOOL", porque se cuelga de la L del gol estirándose hasta casi romperla. Y además, hace énfasis en las erres". Más de 100 mujeres le han dicho- y yo lo he oído- , "José María: me dormía contigo todas las noches".
En dos apariciones en Teledeporte -ayer y anteayer-, entrevistado por Paco Grande, con un flashback de sus hazañas, volvió a herir nuestra melancolía narrando el cambio de canario del chusquel de Pablo Porta o el botellazo de Juanito. Largó tela marinera de Aznar y de Florentino, recordó que Mariano Rajoy había sido su doméstico en las vueltas ciclista. El angelito sonriente y sembrado, que ganó mil millones durante veinte años, nos puso a parir a los sobrevivientes del mejor oficio del mundo, si descontamos el de taconera. Convencido de que el papel agoniza y su declive se puede llevar por delante al periodismo, sigue peleando como un quijote de alcachofa contra "los comepollas que hacen felaciones a Florentino". Dice que ha desparecido la investigación, la denuncia y la información. Considera que esta profesión sufre el mal de los tertulianos. "Mandan los clicks, estamos dirigidos por jefes que no tienen ni puta idea y cada periodista sale al estudio o plató con su bufanda. Yo he sido informador durante cuarenta años y nadie sabía de qué equipo era".
El que era capaz de hacer llorar a una viuda por una foto, el que contó desde la baca de un coche la entrada de los picos en San Jerónimo, el que entrevistó a Oriana Fallaci herida en la Plaza de las Tres Culturas, ahora corre tres horas al día y cuando sale a los medios arma el taco. A prendió el oficio en la escuela de Bobby Deglané y es, quizás, el mejor reportero de todos los tiempos. Lo conozco hace 50 años y no he encontrado ni mejor persona que él, ni otro más canalla a la hora de los pisotones.
El pequeño gran hombre que reapareció anoche y anteanoche en "Conexión Vintage" de haber salido en la Primera hubiera roto la audiencia. Pero las televisiones dicen que tiene mucha audiencia pero siempre les mete en líos. ¿Cuál es su secreto para hipnotizar a los ciudadanos además de su expresión corporal al estilo El Cordobés, sus descaro de Savonarola, y su valentía para denunciar la corrupción?. Tiene ese algo de los grandes embaucadores.
Se enfrentó al Imperio del Monopolio y salió vivo, cuando el imperio tenia en su sociedad anónima partidos, academias y era la industria de la comunicación y de la conciencia. Sobrevivió al imperio y al cáncer y como ya dije convirtió un juego vulgar, que practican mercenarios en calzoncillos, en la batalla de las Termópilas. En Buenas noches y saludos cordialesde Vicente Ferrer Molina con prólogo de Pedro J. Ramírezéste escribe. "García dio el do de pecho en la noche del 23-F y siempre nos quedaremos en la duda de qué hubiera ocurrido en el periodismo político si hubiera llegado a consumar su sueño de hacer un programa generalista con continuidad".
PREGUNTA
Y dice don Raúl del Pozo
que ha despertado Butano;
lo hace en pleno verano
sin un tapujo ni esbozo.
Ha sido en Teledeporte
donde Josemari García
se metió en la anatomía
y abatanó a to la corte
de periodistas comepollas
al Aznar y al Florentino.
Y cual lámpara de Aladino
como autéticos gilipollas
que no hacen información,
tan sólo llevan bufandas
para llevar en volandas
a su equipo en televisión.
He aquí, ya en conclusión,
la pregunta de este ciego:
¿En su trajinar palaciego
a quién dirige la mención?
Me quede aún más cieguieto,
y eso que yo no tomo el sol,
si no va por el Pedrerol,
que dirige el Chiringuito.