El
mercadillo de Talavera de la Reina ha sido escenario de otra de las manifestaciones reivindicativas que la organización agraria está realizando a lo largo del territorio nacional, marcando la hoja ruta del sector para mejorar unos precios que llevan en descenso continuado desde hace mayo de 2018. Una degustación reivindicativa que ha contado con la participación de centenares de personas que se acercaban a interesarse por la situación del sector y los productos de la tierra.
En el acto reivindicativo han participado el secretario general de UPA Castilla-La Mancha, Julián Morcillo, la secretaria general de UPA Toledo, Elisa Fernández, y concejales de los distintos partidos políticos con representación en el Ayuntamiento de Talavera de la Reina, Diputación, UGT y responsables de Cooperativas, que han mostrado su apoyo a un sector muy vapuleado con los precios en constante caída que provoca que los costes de producir el aceite sean superiores a los precios de venta.
En un acto reivindicativo como este, en el que se ha dado una gran visibilidad al problema que atraviesa el olivar tradicional, que con los precios actuales no cubren los costes de producción. UPA ha insistido en la necesidad de que, por parte de la Comisión Europea se apruebe de manera urgente la medida de almacenamiento voluntario así como que se avance en la reglamentación comunitaria en medidas de almacenamiento obligatorio con una extensión de norma para este sector.
La organización agraria traslada, asimismo, a la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, avanzar en medidas de calidad, etiquetado y control de la trazabilidad de nuestro aceite.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos está abanderando la defensa de los precios justos y del olivar tradicional; así como concienciando a la población en general y los consumidores de la necesidad de apostar por los productos de agricultura familiar. La agricultura familiar es el sostén de los pueblos de Castilla-La Mancha, porque tal y como remarcan desde la organización agraria, estas explotaciones familiares fijan población, mantienen la economía local y evitan el despoblamiento. Una defensa de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos que tendrá su punto álgido en el mes de septiembre en Madrid si las condiciones de precios no mejoran.