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Caja Rural de Toledo concluye el año 2010 con un balance de 10 millones de beneficios

La entidad ha destacado como la primera a nivel regional y la quinta mayor Caja Rural a nivel nacional.

miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h

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El director general de Caja Rural de Toledo, Rafael Martín Molero. (Foto: LVDT)
El director general de Caja Rural de Toledo, Rafael Martín Molero. (Foto: LVDT)
Caja Rural de Toledo obtuvo a 31 de diciembre de 2010 unos resultados brutos de 10 millones de euros, de los que 1,4 millones se destinarán al Fondo de Educación y Promoción (FEP) de la Entidad, orientado a mejorar las condiciones de vida, evitar la exclusión financiera y fomentar el desarrollo económico y el progreso social de su ámbito de actuación. La entidad es consciente de que dicho beneficio está en perfecta sintonía con la situación económica general y con la de sus socios y clientes en particular, según informaron en nota de prensa. Pese a ello, la Caja Rural obtuvo un resultado un 5,44% mejor que lo que se presupuestó al inicio del ejercicio.

Rafael Martín Molero, director general de la Caja Rural de Toledo, afirmó que “nos sentimos muy satisfechos de estos resultados, que reflejan que estamos en el modelo adecuado. Son resultados prudentes, porque son tiempos de silencio, de trabajo constante y de ser comprensivos con la situación que estamos atravesando. El responsable recalcó que “hemos llenado las despensas y las huchas para que en épocas de dificultad se pueda tirar de las reservas. Hemos desempeñado nuestra misión como cooperativa de crédito cumpliendo todos los objetivos que nos habíamos propuesto, dando un servicio de calidad a nuestros socios y clientes”.
Siguiendo con la trayectoria histórica de la Caja Rural, la diferencia en los márgenes de la cuenta de resultados desprende una solidez y una recurrencia inusuales en un sector que se ha visto afectado de forma significativa por la crisis que soporta el país. De esta forma, la firma no ha recurrido a plusvalías extraordinarias para dar sus resultados. Martín Molero explicó que “estos son unos resultados sólidos, importantes, sin recurrir a la generación de plusvalías extraordinarias para su consecución, dado que preferimos fortalecer la solvencia de la entidad destinando mayores cantidades a dotaciones, teniendo en cuenta las dificultades que atraviesa la economía, hasta el punto de que nuestras provisiones y plusvalías latentes a 31 de diciembre son de 84,1 millones de euros”.

ESTABILIDAD, SEGURIDAD Y CONFIANZA. Estos son tres de los valores seguros con los que Caja Rural de Toledo afronta el ejercicio 2011. Al cierre del ejercicio pasado los recursos gestionados de clientes suponían 2.690 millones de euros. La evolución de estos datos es un fiel indicador de la confianza que tienen en esta entidad sus socios y clientes. La estabilidad en la cifra de recursos de clientes permitió mantener altas posiciones de liquidez, que al cierre se cuantificaban en 658 millones de euros, disponibles para hacer frente tanto a las necesidades de financiación que demandes socios y clientes como a posibles inversiones. Esta holgada posición de liquidez permitió a la Caja tener abiertas líneas de financiación a sus socios y clientes por un importe total de 2.280 millones de euros.

Según Martín Molero, “la liquidez es el gran tesoro que tiene Caja Rural de Toledo y está basada en nuestra política de prudencia”. La cifra de recursos propios en 2010 experimentó una variación al alza hasta situarse en 288 millones de euros. Estos recursos propios permiten a Caja Rural lucir un espectacular ratio de solvencia del 14,60%, cuando los requerimientos mínimos del Banco de España son del 8% sobre los activos ponderados por riesgo de la institución. Por eso, la entidad se encuentra preparada para afrontar las nuevas exigencias de capital que establecerá el Gobierno, ya que cuenta con un ‘core capital’ superior al 12,90%.

Gracias a sus mecanismos de gestión y control del riesgo, la entidad mantuvo un ratio de inversión dudosa, con respecto al total de inversión crediticia, del 1,96%, uno de los índices de morosidad más bajos del sistema financiero español frente a una media del sector superior al 5,60%, lo que demuestra la excelente gestión del riesgo crediticio. La cobertura total de dichos saldos dudosos es del 111%. A 31 de diciembre de 2010, Caja Rural de Toledo mantenía abiertas al público 190 oficinas con 778 empleados. El conjunto de las 8 cooperativas de crédito castellano-manchegas tenía abiertas a público 462 sucursales con 1.757 trabajadores en activo, manteniendo algo más del 40% de estas cifras.

Además, la entidad financiera cerró con más de 1.000 acciones sociales destinadas a satisfacer las necesidades de sus socios y clientes y que beneficiaron a más de un millón de personas. Estas acciones fueron promovidas tanto por la Fundación Caja Rural de Toledo como por el Fondo de Educación y Promoción de la Entidad. Durante 2011, la Caja continuará apoyando las necesidades de sus socios y clientes y aplicando en su gestión las mismas dosis de sobriedad y objetividad en las que ha centrado su negocio en los últimos ejercicios y que tan excelentes resultados le han reportado.
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