El juicio contra un hombre sin hogar, identificado como A.T.G., acusado de intentar matar a otro sintecho, J.M.G., con cuatro puñaladas en un albergue de Quintanar de la Orden (Toledo) ha sido aplazado por la incomparecencia de la víctima como testigo y se reanudará "a la mayor brevedad posible" cuando ésta sea localizada, al no acreditarse que tenga domicilio conocido.
El juez ha afirmado al finalizar la vista, celebrada este miércoles en la Audiencia Provincial de Toledo, que, en caso de que J.M.G. no fuera encontrado, el juicio se retomará con la lectura de la declaración que prestó ante los Juzgados de Instrucción de Quintanar de la Orden el 12 de junio de 2017, dos días después de que ocurrieran los hechos en la hospedería 'Casa de Belén' de este municipio.
Al comienzo de la vista, el fiscal y la defensa han solicitado la suspensión de la vista, en la que se juzga a A.T.G. por un presunto asesinato en grado de tentativa, y, acto seguido, los tres magistrados que componen el tribunal han estimado la celebración de parte del juicio, esto es, el interrogatorio al procesado y la toma de declaración a algunos testigos y a los forenses, posponiendo la declaración de la víctima para otra vista.
El acusado ha negado que conociera a J.M.G. y que le apuñalara en cuatro ocasiones ya que, según ha explicado, llegó al albergue a media tarde del sábado y medió en una pelea entre dos sintecho en el zaguán de la hospedería en la que la víctima resultó herida.
El procesado ha asegurado, a preguntas del Ministerio Público, que el día del suceso era sábado y que venía de La Puebla de Almoradiel pero que su intención era desplazarse en autobús a Villanueva de Alcardete. Al percatarse de que el bus no llegaría a este municipio hasta el lunes, ha indicado que decidió pasar lo que quedaba de fin de semana en el albergue de Quintanar de la Orden.
"Me tiré un par de horas comiendo algo y bebiendo una cerveza. Después de estar en el parque, fui al albergue y dos (sintecho) estaban enganchados por temas de droga y fui a hablar con el encargado. Se ve que uno pinchó al otro. En el sofá de la sala había siete u ocho personas viendo la televisión", ha declarado.
Ha relatado que fue interceptado en las inmediaciones del albergue, extremo que contradice la declaración inicial según la cual había estado bebiendo con la víctima todo el día y se enojó con él por acudir al albergue sin contar con él, razón por la cual le apuñaló.
Interrogado por el abogado de la defensa sobre esta declaración en la que admitía la autoría de los hechos, ha apostillado que es falso y que no leyó bien lo que firmó porque "estaba nervioso".
Sí ha reconocido, en cambio, que portaba un cuchillo "para comer" y que los policías locales se lo requisaron cuando fue detenido aunque, según los agentes, el cuchillo multiusos con el que presuntamente habría intentado cometer el homicidio nunca ha sido encontrado, pues los agentes han coincidido en que el acusado reiteró que lo había tirado en los alrededores de Quintanar.
AGENTES CONFIRMAN QUE CONFESÓ LA AUTORÍA DE LAS PUÑALADAS
A este respecto, dos agentes de Policía Local de Quintanar de la Orden han coincidido en que A.T.G. fue detenido a las afueras de la localidad, cerca de la Puebla de Almoradiel, y en que confesó ser el autor de las puñaladas, que realizó con un arma blanca de la que se deshizo, porque la víctima "se la había jugado".
Por contra, tuvieron percepciones distintas del estado físico del acusado en el momento de la detención. Mientras un agente ha indicado que parecía "tranquilo", el otro ha hablado de que se le veía alterado y nervioso. En cualquier caso, han descartado que estuviera ebrio, en respuesta a una pregunta del letrado de la defensa.
Por otra parte, M.M.R., otra persona sin hogar que se encontraba en la hospedería la jornada del suceso, ha declarado, a través de videoconferencia, que estaba en la sala de televisión con el agredido y que, de pronto, apareció el acusado, quien se dirigió a J.M.G., en principio pensaba que para abrazarle, cuando se percató de que "estaba chorreando sangre".
El testigo, que ha dejado claro que conocía a víctima y agresor, ha subrayado que el agredido no pudo reaccionar ante el ataque y que, cuando llegó la Guardia Civil al local, el acusado "se largó".
Los forenses, que han elaborado los informes periciales de este caso, han confirmado que el agredido sufrió cuatro heridas en la zona cervical, en el hombro, la cara central del brazo y en la muñeca derecha.
A preguntas del fiscal, han puntualizado que la herida en el cuello era superficial pero, en caso de que el corte hubiera sido más profundo, la vida del agredido habría corrido peligro.