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Los jóvenes de la pastoral universitaria de Toledo tuvieron la oportunidad de viajar a Roma el pasado fin de semana. La peregrinación supuso el broche final a un cuatrimestre, coincidiendo con que los universitarios ya habían acabado la primera parte del curso. Es la primera vez que la pastoral universitaria realiza un viaje como este, que da la oportunidad a los estudiantes de ampliar su cultura a partir del conocimiento de las raíces cristianas.
El objetivo de esta peregrinación era que los jóvenes fueran capaces de reconocer a Cristo vivo por la ciudad de Roma, siguiendo el ejemplo de santos y mártires que no tuvieron miedo de dar su vida por Él.
El grupo de la pastoral universitaria partía el jueves de madrugada de Toledo a Madrid para coger el avión que les llevaría a Roma. Una vez llegaron, empezaron la visita a las Basílicas Mayores. Nuestro arzobispo, Don Braulio, sabiendo que los jóvenes de Toledo estaban en Roma, acudió a la Basílica de Santa María la Mayor para celebrar la Santa Misa y dedicar a los jóvenes unas palabras. También recorrieron las calles de Roma en busca de los lugares emblemáticos de la ciudad, como la Fontana di Trevi o la Plaza de España.
Uno de los días más especiales de la peregrinación fue el viernes. El grupo tuvo el privilegio de acudir a las Catacumbas de S. Domitila, donde celebraron la Santa Misa. Fue algo que no dejó indiferente a nadie, pues pudieron ser testigos de la valentía de los primeros cristianos, que no renunciaron a su fe. Después, siguieron recorriendo las calles de Roma, descubriendo basílicas e iglesias. Ese día contemplaron la grandeza de Roma en el Colosseo y en el Circo Massimo y callejearon por el famoso barrio del Trastevere.
Sin duda, el día más intenso fue el sábado. El grupo de la pastoral universitaria madrugó para poder celebrar misa en la tumba de San Juan Pablo II. Visitaron la Basílica de San Pedro y pudieron acceder a las proximidades de la Residencia de Santa Marta. El mal tiempo no impidió que los jóvenes disfrutaran de cada momento. El arte estuvo presente en todas sus vertientes este día, pues pudieron adentrarse en los Museos Vaticanos y en la admirable Capilla Sixtina. También visitaron la Basílica de San Pablo Extramuros y una de las plazas más conocidas de Roma, la Piazza Navona.
El domingo, después de celebrar misa, se reunieron en la plaza de San Pedro para acompañar al Papa Francisco en el rezo del Ángelus. No podían partir de Roma sin antes haber visto la Iglesia del Gesú y el Panteón de Agripa. El grupo de la pastoral universitaria aterrizó en Madrid por la noche, listos para volver a sus actividades académicas.
Así concluía esta actividad cuyo éxito fue evidente. El grupo de la pastoral universitaria se mostró agradecido y con ganas de repetir la experiencia. Este viaje ha supuesto para muchos un encuentro con Cristo por las calles de Roma, notando su presencia en los restos de los santos y mártires que estaban dispuestos a dar la vida por Dios y que, sin duda, son un ejemplo para los jóvenes de hoy.