La Junta pide colaboración al PP para lograr una posición común en defensa del agua
El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha abogado porque “haya agua para los regantes del Levante”, pero procedente de otras fuentes alternativas como las desaladoras.
jueves 11 de octubre de 2018, 12:14h
El Gobierno de Castilla-La Mancha aboga por un pacto social del agua a nivel nacional en el que se defiendan los intereses de todos los ciudadanos, incluidos los de Castilla-La Mancha, para lo cual está finalizando la elaboración de un documento que aúne la postura de la región en materia hídrica, para lo que ha pedido colaboración al PP en la región.
El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, dentro de la ronda de reuniones con los partidos políticos para aunar posiciones en la defensa de los intereses de los ciudadanos de la región en materia de agua, ha mantenido hoy un encuentro en la Consejería con la secretaria general del PP en las Cortes, Ana Guarinos, y con el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Francisco Cañizares, en el cual ha estado presente el vicepresidente de Medio Ambiente, Agapito Portillo.
Esta reunión se ha producido después de los encuentros del Gobierno regional, meses atrás, con los actores sociales, económicos, ambientales o agrarios, y que desde septiembre se viene produciendo con los cinco partidos políticos con más representación en la región, como son Ciudadanos, Podemos, IU, ahora el PP y que, en próximas fechas, finalizarán con el PSOE en Castilla-La Mancha.
Tras la reunión de hoy, Francisco Martinez Arroyo ha destacado la “cordialidad y la predisposición” del PP en Castilla-La Mancha a cuyos representantes les ha solicitado su colaboración para “ayudar a que la región tenga una posición única en defensa de sus intereses y en defensa de agua”.
Así, ha incidido en la importancia que tienen los intereses de los ciudadanos y de los propios regantes, agricultores y ganaderos, en esta materia, en una región donde existe un sector “muy potente”, el sector agroalimentario, que supone hoy el 15 por ciento de la riqueza que se produce en Castilla-La Mancha.
Según Martínez Arroyo, “tenemos que avanzar en un pacto social por el agua para defender los intereses de todos ciudadanos” e “ir unidos” para obtener un acuerdo previo en la región y llegar “entre todos en el país para que haya ese pacto nacional”, que se espera sea “social”, entre ciudadanos, y “no solo entre territorios”.
Agua para Levante, pero que venga de fuentes alternativas, como las desaladoras
Y es que, el agua, ha dicho, “no es un recurso para que estemos discutiendo entre territorios”.
En este sentido, ha expresado que desde Castilla-La Mancha “no queremos ir contra nadie, sino de la mano todos juntos para resolver un problema en nuestro país”, indicando que “queremos que haya agua para los regantes del Levante, agricultores y ganaderos del Levante que lo necesitan”, pero que este agua “venga de otras fuentes alternativas, que las hay, que las hemos pagado entre todos, con nuestros impuestos, en este caso las desaladoras”.
Así, ha proseguido, es necesario que se avance también en la reutilización de las aguas depuradas o las aguas subterráneas “como en las que nunca se ha hecho, como las del Segura”.
Hacer política del siglo XXI
Además, el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, ha insistido en que “ahora es el momento de avanzar en esa dirección y olvidar el trasvase, dejar el trasvase” para “ponernos a hablar de política del agua del siglo XXI y olvidarnos de la política del agua de otra época ya pasada que nada tiene que ver con la realidad de nuestro país en este momento”, ha recalcado.
El documento de posición del agua del Gobierno del presidente Emiliano García-Page apuesta por el acceso del agua de todos los ciudadanos y por recuperar y mantener el buen estado de conservación de los ecosistemas acuáticos, no sólo para cumplir con la Directiva Marco del Agua y resto de compromisos europeos en esta materia, sino para adaptarse a la realidad impuesta por el cambio climático para que las cuencas de los ríos tengan garantizado su caudal ecológico.