El candidato único a la Presidencia del PP de Castilla-La Mancha, Francisco Núñez, ha evitado responder al reto que este viernes le lanzaba la consejera de Fomento del Gobierno autonómico, Agustina García Élez, sobre si sumaría fuerzas para exigir la derogación del memorándum del Tajo, si bien ha defendido que la solución pasa por un pacto a nivel nacional "que tenga calado y vocación de continuidad".
Así lo ha asegurado a preguntas de los medios desde Guadalajara, donde ha apostado por que este pacto de Estado permita garantizar agua "de manera estable" para la región. Además, ha añadido que mientras García Élez hace estas peticiones, está "aplaudiendo a Pedro Sánchez para que siga trasvasando agua".
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Núñez también ha hecho referencia a la estrategia del Pacto por el Agua en la que trabaja el Ejecutivo autonómico, indicando al respecto que si les citan desde la Consejería de Agricultura para abordar el tema, irán a "escuchar" y a dar su opinión, pero en ningún caso van a ser "palmeros de nadie" sobre un documento que considera "mandado por Podemos".
El futuro presidente del PP ha pedido además al Ejecutivo de Emiliano García-Page que "se plante" ante Pedro Sánchez y se decante por "defender a la región".
El almanseño ha dicho que Emiliano García-Page se ha convertido en el presidente "más trasvasista de Castilla-La Mancha" y le ha instado a "sentarse" con el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y hablar sobre el agua "con lealtad, sinceridad y responsabilidad".
Le ha pedido que deje la "demagogia y que se ponga a trabajar" por un acuerdo que permita que la región "mejore sus recursos hídricos" y que lo haga "con responsabilidad y visión de futuro", algo que cree no está haciendo de momento.
Cree que Castilla-La Mancha tiene que cubrir sus demandas hídricas, mejorar el nivel de agua de sus pantanos y su caudal ecológico y los recursos para sus tierras y su población y en su opinión, María Dolores de Cospedal, cuando era presidenta de la región, "sí mejoró esos datos".