La pensión de Josefina

Josefina vio que el futuro pa ella y pa sus hijos era militar y trepar, y se afilió a no sé qué siglas y repechó y a su hijo le recomendó pa alcalde en ese grupo parlamentario que suele presentar pa alcaldes a imberbes veinteañeros… porque no hay que perder la perspectiva y cuando no sabes ganar duros hay que apuntarse a un "nosotros contra ellos". Así, to la familia está apuntá. Y son Josefina y su prole quienes hacen leyes y quitan y ponen, y votan sí o no según les viene, que luego se vende fácil, porque este pueblo de ratones es mu necio y entregao y defiende al partido como si fuera fútbol y de eso se vale Josefina. Y ahora han sacao una ley de pensiones que a ella, con siete añitos de culiparlante, le sale completa a los cincuenta si quiere, mientras que los tontos militantes, hasta que no curren treinta y ocho años y medio no cobran, y los sindicatos aplaudiendo. Pos eso, que su hijo igual, de alcalde, en un pueblo por ahí, perdío, que no hace na, sale y entra na más, y pasea; y la oposición, como es tonta o igual de lista, pues lo mismo, y que les van a quedar a tos los políticos una jubilación niquelá, y lo mismo a los treinta y pico se jubilan si quieren, que lo dijo el otro día un capitoste, que no se pue consentir que estemos los políticos siete años trabajando y luego nos quedemos en la calle sin na, vamos, como si fuéramos una mierda de interinos o unos particulares, no te fastidia, que aquí no tos somos iguales, hombre, que no tos somos iguales. Lo mismito que si se hubiera quedao pa costurera. Lo mismito, vamos.