18 años del asesinato del guardia civil talaverano, José Ángel de Jesús Encinas
lunes 20 de agosto de 2018, 17:56h
Hacia las seis de la mañana del domingo 20 agosto de 2000, la banda terrorista ETA asesinaba en la localidad de Sallent de Gállego (Huesca) a los guardias civiles Irene Fernández Perera y José Ángel de Jesús Encinas, mediante una bomba-lapa colocada en el coche oficial donde iban a hacer la ronda diaria. El artefacto, provisto de un temporizador, un dispositivo antimovimiento y tres kilos de dinamita; hizo que el la agente Fernández Perera saliera despedida 10 metros del lugar de explosión y muriera en el acto; mientras que el guardia civil talaverano falleció cuando era trasladado en ambulancia hasta el Hospital Provincial San Jorge, de Huesca.
Los dos guardias civiles se disponían a realizar la ronda de vigilancia que tenían aquel día, por lo que se dirigieron al vehículo oficial hacia las 06:00 horas, que se encontraba la plaza Valle del Tena. Allí solían aparcar los coches-patrulla, dado que el cuartel carecía de aparcamiento suficiente para estacionar todos los vehículos.
El etarra José Ignacio Guridi aprovechó esta situación para colocar la bomba-lapa debajo del todoterreno, programando la explosión para cuando el Nissan Patrol arrancara. El tremendo estallido despertó a los habitantes de Sallent de Gállego. Su alcalde, de los primeros en llegar al lugar de los hechos, declaró que la explosión había sido estremecedora. “Han matado a dos jóvenes, esto es lo más doloroso”, dijo emocionado entonces.
A la capilla ardiente acudió el ministro de Interior de entonces, Jaime Mayor Oreja, que declaró que ETA debía estar “muy orgullosa” al asesinar a “dos jóvenes guardias civiles de 22 y 32 años”. Al día siguiente, los cuerpos fueron trasladados a las localidades natales de los dos guardias civiles asesinados.
En la sentencia de la Audiencia Nacional de 2004 se especifica que Javier García Gaztelu – alias Txapote–, responsable del aparato militar de la banda en aquellos años, fue quien dio las instrucciones al grupo 'Ttotto' de ETA para cometer atentados, además del de Sallen de Gállego. En la misma instrucción, se condena a José Ignacio Guridi Lasa, detenido en 2001, a 75 años de cárcel por el asesinato de los dos guardias civiles. Ya en el 2011, condenarían, también a 75 años, a Javier García Gaztelu – alias Peio– y a Asier Arzalluz Goñi, como autores materiales junto con Guridi Lasa.
José Ángel de Jesús Encinas, de 22 años, era natural de Talavera de la Reina, donde más de cinco mil personas asistieron a su despedida. José Ángel, hijo de guardia Civil, llevaba meses en la localidad de Sallent de Gállego y pretendía ingresar en el Servicio de Montaña. Antes de llegar a la localidad de los Pirineos de Aragón, estuvo destinado en Hinojosa de San Vicente (Toledo), donde fue nombrado hijo adoptivo pocas semanas después de su asesinato. En 2005, la 'Ciudad de la Cerámica' inauguró el Complejo Deportivo José Ángel de Jesús Encinas, en su honor.