La tapa, la tradición gastronómica más internacional
Casi un 60% de los establecimientos hosteleros españoles ofrece una tapa gratuita como acompañamiento a la bebida.
lunes 18 de junio de 2018, 13:00h
Con motivo del Día Mundial de la Tapa, que se celebrará el próximo 21 de junio, desde la iniciativa Pan Cada Día resaltan la importancia de la tapa en la cultura gastronómica española y cómo el pan tiene un papel clave para disfrutarla.
Dentro de nuestra cultura culinaria existe una diversidad de tradiciones gastronómicas, pero una de las más populares es la de la tapa. La Federación Española de Hostelería (FEHR) ha publicado el I Estudio Nacional de la tapa en el que revela que más del 58,5% de los establecimientos hosteleros españoles ofrecen una tapa gratuita como acompañamiento a la bebida. Entre las variedades que más ofrecen se encuentran la tortilla de patata o la ensaladilla rusa, y siempre suelen acompañarse de su correspondiente rebanada de pan.
Según este estudio, un 86,4% de los encuestados prefiere irse de tapas el fin de semana, ya que es cuando se dispone de más tiempo para compartir con la familia y amigos, pero también porque la franja horaria más demandada es la noche, con un 42,3%. Además, en cuanto a la cantidad consumida, la media está en tomar entre 1 y 5 tapas y uno de los motivos principales tiene relación con el bajo coste de esta modalidad gastronómica.
La tapa se caracteriza fundamentalmente por su versatilidad, aporta una gran variedad de nutrientes debido a las diferentes combinaciones de ingredientes, destacando su alto contenido en hidratos de carbono (el motor de nuestro organismo), que añade el pan. Todo ello, ha hecho que se convierta en una de las opciones preferidas entre los consumidores.
La tapa es un icono gastronómico que se extiende por toda la geografía española y que tiene variaciones dependiendo de cada región. Se la considera un gran acompañamiento de dos de las bebidas más consumidas en nuestro país como son la cerveza y el vino. Es una representación de los valores de un estilo de alimentación que nos ha acompañado durante siglos, los de la dieta mediterránea. En definitiva, representa el modo de vida español que tanto atrae al turismo y que desemboca en un acto de socialización que trata de comer compartiendo.
El pan, alimento indispensable en las tapas
Con la llegada de la alta cocina o la cocina moderna, las tapas se reinventan y cada vez se incorporan nuevas técnicas y composiciones, pero lo que no cambia con los años es su ingrediente estrella, el pan. Este alimento base de la dieta mediterránea se consume tanto en los restaurantes más tradicionales como en la cocina de vanguardia.
El pan contiene una serie de propiedades nutricionales y organolépticas que hacen de él un bocado imprescindible para cada elaboración sin faltar en las tapas. Sus tres ingredientes básicos, el agua, la harina y las levaduras, hacen que sea una importante fuente energética en forma de hidratos de carbono complejos. Su bajo aporte de grasas le convierte en un alimento equilibrado y con un perfil nutricional adecuado a cualquier situación, además, es una buena fuente de fibra, ya que parte del almidón se transforma durante el procesamiento y la cocción. Por último, también aporta cantidades no despreciables de minerales y vitaminas del grupo B.
Cada pan tiene unas características determinadas, por su forma de elaboración, por el tipo de harinas (trigo, centeno, espelta u otras variedades de cereal) o la cantidad de agua que lleva en la preparación.