Un trabajo duro que tiene su recompensa
sábado 10 de febrero de 2018, 21:00h
Seis meses de intenso trabajo han necesitado los trabajadores del Plan de Empleo, puesto en marcha por el Gobierno de Castilla- La Mancha y el Consistorio talaverano, para adecentar parte de la ribera del río Tajo a su paso por Talavera de la Reina.
La Voz del Tajo ha entrevistado a María del Prado Heras Delgado, coordinadora del proyecto ‘Mejora de la Ribera del Río Tajo’ -también coordina el proyecto de ‘Recorridos Accesibles-, quien ha puesto en valor el trabajo realizado durante estos meses por un “equipo con muchas ganas”, que “dentro de sus posibilidades”, se ha dejado la piel para lograr un “trabajo bien” hecho para su ciudad.
32 TRABAJADORES
A este respecto, la coordinadora, ha resaltado la labor de su equipo -compuesto por 32 personas -30 peones y dos conductores- alejándose de “ que a veces se tiene de los trabajadores de los planes de empleo. “Hemos trabajado duro, -el terreno era muy complicado-, han aprendido poco a poco -como todo el mundo- y se han involucrado personalmente. Hasta han donado árboles para el proyecto”. En este proyecto se ha puesto especial atención a la contratación de mujeres y de personas en riesgo de exclusión social o discriminación laboral, y con minusvalía, comenta.
Sobre el proyecto explica que, ha sido “económico” gracias la colaboración de la Oficina Técnica de Medio Ambiente, la Consejería de Medio Ambiente, dependiente del Ayuntamiento, y la Diputación de Toledo.
LAS ZONAS Y EL TRABAJO
La isla de ‘Molino’, ‘la presilla’ junto al puente romano, la ribera de río que va desde las instalaciones de piragüismo hasta la Universidad, y la zona del parque los ‘Sifones’ han sido las zonas a tratar por este equipo.
Entre los trabajos que se han realizado, “todos manuales”, matiza María de Prado, destacan las labores de entresaque, la eliminación de arbustos y cañas, la plantación de nuevos árboles y mantenimiento de los existentes; además de arreglar los miradores. Todo ello tras un estudio previo para respetar y conservar la fauna de la ribera del río. “Se han dejado zonas de anidación cada cien metros”.
Como dato, María del Prado destaca que de media se llenaba diariamente un contenedor y medio. Y el “desperdicio vegetal” generado se ha utilizado –previo tratamiento- para regenerar el vertedero del Cerro Negro.
CAMBIO EVIDENTE
Un trabajo arduo que se ha visto recompensado -las imágenes lo demuestran- por un magnífico resultado. “La gente puede disfrutar de nuestro trabajo y ver las posibilidades del río, un espacio donde se puede pasear, hacer deporte, etc.”, explica la coordinadora. Aunque matiza que “queda mucho por hacer”.
CIFRAS
Se han plantado cerca de 400 árboles: 205 fresnos, 5 lilos, 30 fresnos de flor, 10 sauces llorones, 20 álamos negros, 20 moreras, 35 álamos blancos y unos 65 tamarindos.