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El río Tajo a su paso por Talavera bajo el Puente 'Reina Sofía'. (Foto: J.F.) |
Un estudio de la CHS asegura que con la reserva de su acuífero no sería necesario el trasvase
Se trata del plan de sequía elaborado por la Confederación del Segura que anula necesidad de mantener el Tajo-Segura. Estos documentos están apilados en cajas en una de las sedes de la CHS.
miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h
Según el plan de sequía que elaboraron los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) las reservas existentes en los acuíferos del subsuelo serían sufcientes para cubrir las necesidades hídricas que tienen en la Vega Media y Baja del Segura. Así lo refleja el periódico murciano ‘El Confidencial’, aunque esta información puede constatarse en la propia página de la CHS, organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. El déficil actual del Segura es de 460 hectómetros cúbicos, según estimaciones del Plan Hidrológico de la cuenca, unas carencias que pueden ser paliadas con la utilización de tres grandes acuíferos que están sin explotar y que anulan la necesidad del trasvase, un acueducto que se ha utilizado como arma arrojadiza en el terreno político y que la Administración murciana ha exigido siempre.
La publicación que aparece en la página web de la CHS, del que se imprimieron 500 ejemplares que están en la sede murciana de la Confederación, data del 1 de enero de este año y recoge los resultados de una investigación técnica titulada ‘Las aguas subterráneas en la gestión de la sequía. El ejemplo de la Vega Media y Baja del Segura’. Según los datos que proporciona el libro en la cuenca del Segura hay al menos un gran acuífero con un caudal suficiente para equilibrar el déficil hídrico sin que haya que transcurrir a ningún trasvase o transferencia de otra cuenca. Estas aguas confinadas, que pueden ser surgentes, tiene una reserva estimada en 2.000 hectómetros cúbicos, de los 100 se renuevan anualmente. Los técnicos de la CHS explican que el uso controlado de estas reservas no supone ningún daño ambiental, ya que se recargan de las montañas por infiltración o se queda en el interior de la tierra adquiriendo presión de confinamiento. La presentación del documento se ha ido posponiendo debido a las citas electorales y los intereses de los Gobiernos regional del PP respecto a trasvasar del Ebro o del Tajo.