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Desde Arrabal consideran que deben protegerse el yacimiento y otros valores arqueológicos de la zona. (Foto: J.F.) |
Arrabal pide un informe de impacto ambiental sobre el patrimonio arqueológico de la Portiña
El colectivo asegura que existen restos tardo romanos de entre los siglos IV y VII.
miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h
El Colectivo Arrabal exigió ante los medios de comunicación que se pida un informe de impacto ambiental sobre los elementos de patrimonio arqueológico e histórico que existe junto al Embalse de la Portiña, concretamente bajo la superficie sobre la que quiere construirse un aparcamiento en este proyecto para la remodelación y reforestación del enclave, en el que la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) invertirá 700.000 euros. César Pacheco, miembro del colectivo, trasladó esta visión al Ayuntamiento para que se lo haga saber a la Confederación y se tomen medidas de variación en el proyecto o se contrate un técnico para supervisar y controlar los elementos arqueológicos como exige la ley. A falta de estudios más rigurosos, el colectivo cree que se trata de restos tardo romanos de entre los siglos IV y VII.
Errores como éste vienen determinados por no estar actualizada la Carta Arqueológica, un documento que refleja desde el punto de vista documental y cartográfico la ubicación de los elementos arqueológicos, etnográficos y monumentales. En esta carta se localizan y sistematizan los datos y se indica que polígonos o parcelas están sometidas a protección arqueológica y necesitan de un técnico o experto para que se pueda proceder a movimientos de tierras, zanjas u hoyos. Pacheco dijo que el problema está en “la falta de rigor y exhaustividad” por parte de la empresa que hizo los trabajos. Sobre el proyecto de la Portiña, el arqueólogo consideró que debe incluir un panel informativo contemplando no sólo el valor ambiental sino también el histórico, recogiendo el campo de la Batalla de Talavera, la labranza de Valdefuentes o la Atalaya de Segurilla.
Para evitar problemas de este tipo, Pacheco aconsejó que los servicios de urbanismo estén conectados por el legado patrimonial. De esta forma, pidió que todos los yacimientos se contemplen en el POM, para que cada terrateniente sepa que debe someter su parcela a estudio en caso de acometerse algún tipo de obra.
Pacheco hizo extensible este asunto al Plan Especial de la Villa, apoyando el que Patrimonio tenga las competencias municipales que le permitan agilizar las licencias para que se acometan inciativas privadas de pequeños propietarios que quieran rehabilitar sus edificios, aunque se mantengan criterios de conservación, estructurales o de otros elementos.