Así es. Muy a nuestro pesar Talavera de Reina ya tiene su propio 'Ecce Homo'. La obra de restauración, por llamarlo de alguna manera, de los frisos del exterior de la Basílica del Prado, uno de los monumentos más importantes de la ciudad, refleja el cuidado e interés del Ayuntamiento por cuidar nuestro mayor tesoro, la cerámica.
La decoración cerámica del templo, de incalculable valor, es de los siglos XVI al XX. Concretamente, los zócalos del interior de las naves laterales están fechados en el siglo XVII, época en la que la cerámica talaverana gozaba de gran fama mundial. Algunos de los diseños han sido relacionados por los expertos con aprendices del Greco, por los rasgos estilizados y expresiones de los personajes. Otros de los valiosos paneles, del siglo XVI, proceden de la desaparecida iglesia de San Antón.
Ese respeto se ha perdido, se ha deshonrado de la forma más “cutre” y “chapucera” a base de una especie de " silicona", como si de un baño cualquiera se tratase.
EL TRABAJO
Ante el desprendimiento de unos frisos del pórtico de acceso de la Basílica la solución tomada desde el Ayuntamiento, -propietario del edificio- no ha sido otra que darle un baño de "silicona blanca". Las imágenes hablan por sí mismas.
Una obra de arte que debía de ser tratada con respeto y profesionalidad, ha sido mancillada por el Ayuntamiento y la concejala de Patrimonio, María Rodríguez, demostrando cómo se las gastan en una ciudad que quiere ser Patrimonio de la Humanidad.
La Voz del Tajo ha consultado con un arqueólogo y esta forma de sellado podría atacar la firmeza de los baldosines y “romperlos” al querer retirarla. Un atentado en toda regla para el patrimonio talaverano.
La cerámica es nuestro mayor escaparate para el exterior. Precisamente hoy se casa en la Basílica el piloto talaverano, Álvaro Bautista, y lo que verán los invitados venidos de todas partes del mundo será nuestra mejor “cara”.
NUESTRO MAYOR TESORO
El señor alcalde, Jaime Ramos, lleva meses anunciando un museo al aire libre de cerámica con paneles por toda la ciudad, paneles nuevos que, sin desmerecer, no son Historia de Talavera. Si no son capaces de cuidar y mantener nuestro patrimonio, nuestro apellido como ciudad, cómo pretender crear un museo abierto. Ese museo ya existe y está entre, otros muchos lugares, en la Basílica del Prado. Por favor, no queremos un Ecce Homo en Talavera.
Parece ser que el Ayuntamiento, encargado de su adecuada protección y mantenimiento, está ocasionando más destrozos que los vándalos de la ciudad.