Más de 600 embarazadas han participado en la visita guiada por los servicios de Paritorio, Ginecología y Obstetricia y Pediatría del Hospital General Nuestra Señora del Prado de Talavera, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), desde su puesta en marcha hace dos años.
Así, el denominado ‘paritour’ ha llevado a cabo más de 60 visitas con el objetivo de familiarizar a las futuras madres con el entorno hospitalario donde darán a luz y en el que sus hijos pasarán sus primeras horas de vida.
Según ha explicado la supervisora de Paritorio y Ginecología y Obstetricia, Milagros Avellán, “la acogida de esta iniciativa entre las futuras mamás ha sido estupenda desde el principio”, ya que no solo les permite conocer los espacios en los que tendrá lugar el proceso del parto, sino que, sobre todo, les sirve para exponer y resolver sus miedos y dudas.
Con esta visita se complementa, además, el trabajo formativo e informativo que las matronas de Atención Primaria llevan a cabo con las embarazadas y sus parejas, particularmente relevante durante el tercer trimestre de la gestación.
PARTO HUMANIZADO
El ‘paritour’ es una de las medidas incluidas en el proyecto de Parto Humanizado del Área Integrada de Talavera, conocido como ‘Nacer en Talavera’, un programa enmarcado dentro del Plan Dignifica impulsado por la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha con el objetivo humanizar la asistencia sanitaria que se presta a los pacientes, así como garantizar el respeto, la dignidad y la intimidad de las personas a través de diferentes actuaciones y proyectos.
Así, junto a estas visitas guiadas, el proyecto ‘Nacer en Talavera’ incluye medidas que abarcan desde la primera consulta de la mujer embarazada hasta la recuperación postparto, y buscan en todo momento mejorar la atención que se presta a la mujer durante todo el proceso, habiendo logrado unos elevados niveles de satisfacción entre las embarazadas que han sido atendidas en el marco de la iniciativa.
Destacan aspectos como la adaptación y habilitación de dos habitaciones para que la asistencia al parto se desarrolle en el mismo espacio en que se produce el proceso de dilatación; la reorganización de la Planta de Hospitalización de Obstetricia y Ginecología, estableciendo un protocolo para la individualización de las habitaciones; un protocolo para fomentar el contacto precoz piel con piel entre el recién nacido y su madre o su padre, en función del estado clínico de la primera; un protocolo de cesárea humanizada, o una Escuela de Padres, donde profesionales del Servicio de Obstetricia y Ginecología ofrecen consejos a las madres y resuelven sus dudas, que habitualmente están relacionadas con la lactancia y el cuidado del recién nacido.