El Gobierno regional ha aprobado hoy el
proyecto de Ley de Presupuestos Generales de Castilla-La Mancha para 2018, que se incrementa un 3,1 por ciento con respecto al del año pasado, hasta los 9.219,1 millones de euros; que constituye la tercera anualidad del
plan de recuperación social y económica puesto en marcha al inicio de la legislatura y que permitirá avanzar con firmeza en el Estado de bienestar, afianzar la prosperidad económica de la región y redistribuir la riqueza para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.
En una rueda de prensa el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha informado de las principales cifras y objetivos de este proyecto de Ley, que hoy mismo ha sido registrado en las Cortes regionales para comenzar con su tramitación parlamentaria, al objeto de que pueda entrar en vigor el próximo 1 de enero de 2018.
El proyecto de Ley de presupuestos para el próximo año se incrementa en 278,1 millones de euros con respecto al de 2017 y ha sido elaborado para compatibilizar los objetivos de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera con el desarrollo de la tercera fase de la recuperación social y económica de la región, ha destacado Ruiz Molina.
En línea con los presupuestos aprobados hasta el momento, el proyecto de este año recoge un escenario macroeconómico más prudente que el estimado por algunos de los principales servicios de estudios económicos, ya que mientras que el crecimiento del PIB real previsto en el proyecto de Ley para Castilla-La Mancha es idéntico al de España, BBVA Research, por ejemplo, estima que Castilla-La Mancha crecerá este año y el que viene por encima de la media nacional.
Tal como ha resaltado Ruiz Molina, estas cuentas regionales son un capítulo más en el plan de recuperación social y económica de la región, que ha permitido hasta el momento diversos avances en ambos ámbitos, con la creación de 46.000 empleos, una bajada del paro de cerca de un 20 por ciento, la creación de más de 6.000 empresas, la reducción de las listas de espera un 29 por ciento, el incremento de un 43 por ciento del número de personas atendidas en dependencia o la convocatoria de dos ofertas de empleo público de 2.244 plazas.
Según ha explicado Ruiz Molina, el presupuesto de 2018 se centra en la ciudadanía, con lo que se pretende avanzar en el Estado de bienestar para devolver a los castellano-manchegos el pago de impuestos a través de unos servicios públicos de calidad, en especial, a aquellos que más lo necesitan. Por tanto, el presupuesto se utiliza como un instrumento de redistribución de riqueza.
Por eso motivo, ha continuado Ruiz Molina, el segundo factor en el que se centra el presupuesto 2018 es la economía, para generar riqueza y empleo, y para ello se apuesta por la inversión empresarial y se aumentan los recursos para I+D+i.
Además de continuar con los avances para la ciudadanía y la economía, el proyecto de Ley de Presupuestos para 2018 tiene como objetivo mantener el rigor de las finanzas públicas, con una mayor solvencia financiera y más eficiencia en el gasto administrativo, todo ello con una congelación fiscal por segundo año consecutivo.
El titular de Hacienda y Administraciones Públicas ha subrayado que el presupuesto no financiero para el próximo año asciende a 7.609 millones, es decir, un 2,7 por ciento más, con lo que todas las políticas de gasto recogidas en el mismo, a excepción de Servicios de Carácter General y Agricultura, en este caso por el enorme peso de sus fondos finalistas, crecen más.
Desarrollo Económico y Empleo es la política de gasto con un mayor incremento porcentual, ya que crece un 7,1 por ciento, tres veces más que el presupuesto no financiero. Le sigue Infraestructuras generales, Urbanismo y Vivienda, cuyo crecimiento es del 5,6 por ciento.
También se sigue consolidando con fuerza el fomento de la competitividad de la región, con lo que las políticas de I+D+i y Nuevas Tecnologías se incrementan un 3,7 por ciento, un punto más que el gasto no financiero.
176,8 millones de euros más para gasto social Las políticas que conforman el gasto social también crecen por encima del presupuesto no financiero, ya que Educación, Cultura y Deportes se incrementa un 4,4 por ciento; Servicios Sociales lo hace un 3,6 por ciento y Sanidad un 2,9 por ciento.
En total, el 70,3 por ciento del gasto no financiero se destina a gasto social, un porcentaje idéntico al de los presupuestos de 2016 y 2017, lo que refleja el esfuerzo del Gobierno en llevar a cabo la reconstrucción del Estado de bienestar.
Así, ha resaltado Ruiz Molina, en 2018 se destinarán a gasto social 176,8 millones de euros más que este año, lo que supone un incremento del 3,5 por ciento, ocho décimas más que el crecimiento previsto para el conjunto del gasto no financiero.
Una apuesta por el gasto social que también se refleja en la inversión en infraestructuras de carácter social, que se incrementa un 17 por ciento, con 13,4 millones más. Por áreas, la inversión en infraestructuras educativas crece un 6,4 por ciento; en infraestructuras sanitarias un 19,5 por ciento y en las destinadas a servicios sociales hasta el 56,2 por ciento.
Los recursos destinados a gasto social permitirán en Educación el pago del profesorado interino en verano en vacante a 1 de septiembre, la reducción de las horas lectivas, 60 actuaciones en infraestructuras educativas, una mayor financiación de las universidades públicas y la dotación del 1 por ciento cultural, con más de 1,2 millones.
En Sanidad, los presupuestos de 2018 contemplan la prestación farmacéutica subvencionada para los menores con discapacidad; el Plan de Renovación Tecnológica, con 18 nuevos equipamientos; la continuación de las infraestructuras hospitalarias y el impulso a las obras de los centros de Atención Primaria.
Aumentar la partida destinada al Ingreso Mínimo de Solidaridad, más residencias para mayores y personas con discapacidad, incrementar el termalismo social y el termalismo terapéutico, destinar más recursos y profesionales para teleasistencia y ayuda a domicilio y la apuesta por transporte social para personas mayores son algunos de los avances que en el área de Bienestar Social permitirán las cuentas para el próximo año.
En empleo público será posible la devolución de la totalidad del 3 por ciento salarial a los empleados públicos y la aprobación de nuevas ofertas de empleo público.
Unos 2.000 millones para desarrollo económico y empleo Los recursos para el desarrollo económico y la creación de empleo se incrementan un 6,1 por ciento, destinándose 86,8 millones de euros al nuevo Plan de Empleo y 55,4 millones al Plan Adelante.
En Economía y Empleo habrá más ayudas para mejorar la competitividad empresarial, se pondrá en marcha el III Plan de Formación Profesional y se apostará por la red de hospederías.
La modernización y transformación de regadíos, la mejora y el acondicionamiento de caminos rurales, los créditos para la reconstrucción del viñedo y las ayudas a proyectos agrarios de carácter medioambiental, son algunos de los avances que serán posibles en el área de Agricultura y Medio Ambiente.
Finalmente, en el área de Fomento con las cuentas regionales para el próximo año se pondrá en marcha el Plan de Vivienda 2018-2020, se apostará por el despliegue de la banda ancha, se mejorará la red de depuración de aguas y se potenciará la tarifa de descuento para jóvenes en el transporte público.
En total, el gasto para la generación de riqueza ascenderá a unos 2.000 millones de euros.
Respecto al Plan Integral de Garantías Ciudadanas, en 2018, ha explicado el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, estará dotado con 143 millones de euros, de los que 84,6 se destinarán a empleo; 29,9 a servicios sociales; 17,2 a vivienda; 11 a educación y 0,3 millones a igualdad.
En este punto, el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas ha resumido las grandes cifras del presupuesto, señalando que para el Estado de bienestar se destinan cada día 14,2 millones; al desarrollo económico y la creación de empleo 5,6 millones y, finalmente, 1,7 a inversiones.
En cuanto a la distribución del gasto por capítulos, Ruiz Molina ha destacado el importante crecimiento de los gastos de personal, que aumentan un 3,5 por ciento, y el de las inversiones reales, cuyo incremento es del 12,2 por ciento. Asimismo, ha señalado que los gastos financieros se reducen en 21 millones de euros y prácticamente se congela el gasto en bienes corrientes y servicios, lo que supone que no aumentan los gastos de funcionamiento de la Administración regional.
A continuación, Ruiz Molina se ha referido a los ingresos, destacando que en 2018 no se van a modificar los impuestos que tiene que abonar la ciudadanía de Castilla-La Mancha.
Desde el punto de vista financiero, Ruiz Molina ha destacado que con los presupuestos de 2018 se consigue por segundo año consecutivo un ahorro neto positivo, que ascenderá a 115,2 millones de euros, incrementándose un 51 por ciento con respecto al año pasado.
También en relación con el rigor de las finanzas públicas, el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas ha resaltado que durante el año pasado se redujo a la mitad la necesidad de financiación, uno de los objetivos que tiene marcados el Gobierno regional.
En tres años los presupuestos de Castilla-La Mancha se han incrementado en 1.012 millones Finalmente, el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas ha subrayado, en relación al plan de recuperación social y económica de Castilla-La Mancha puesto en marcha al inicio de la legislatura, que los presupuestos de 2018 suponen la tercera anualidad del mismo. En este sentido, ha añadido que las cuentas regionales se han incrementado en 1.012,7 millones desde 2015, es decir, un 12,3 por ciento.
El 80 por ciento de estos nuevos recursos se han destinado a gasto de carácter social y económico, en total 814,2 millones de euros, que se han repartido entre 697,3 millones para recuperar el Estado de bienestar y 116,9 para crear riqueza y empleo. De esta forma, ha destacado Ruiz Molina, el gasto social se ha incrementado un 15,5 por ciento en tres años, mientras que los recursos para activar la economía y el empleo lo han hecho un 43,4 por ciento en esta legislatura.
El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas ha finalizado la presentación de las cuentas regionales para el próximo año indicando que si el presupuesto de 2016 fue el de la esperanza, porque con los mismos mimbres se inició la recuperación social y económica que el presidente García-Page se había propuesto; el de 2017 es el de la confianza, porque ha puesto de manifiesto que el Gobierno regional cumple lo que promete, y el de 2018 será el de la ilusión por acelerar al máximo la recuperación de Castilla-La Mancha y abordar un futuro mucho mejor del que había al inicio de la legislatura.