Hacer el amor con más frecuencia mejora la calidad del ADN de los espermatozoides de los castellano-manchegos, “que es peor en los hombres que eyaculan poco”, según el doctor Jan Tesarik, especialista en fertilidad humana.
Jan Tesarik dirige la 'Clínica MAR&Gen' en Granada, compuesta por un equipo de expertos que recientemente han publicado un artículo científico en la revista especializada 'Translational Andrology and Urology', en el que revisan todos los métodos del diagnóstico y del tratamiento del daño al ADN de los espermatozoides disponibles en la actualidad y elaboran un algoritmo del uso de cada uno de ellos según la gravedad del daño y la situación general de la pareja infértil.
Según el doctor Jan Tesarik, hace años que se publican artículos de científicos advirtiendo sobre el deterioro de la calidad de los espermatozoides, aunque para llegar a esta conclusión, sería necesario una investigación llevada a cabo en un período de tiempo prolongado entre hombres de la misma edad elegidos aleatoriamente, que no se encuentren condicionados por factores externos (como por ejemplo, que tengan problemas de fertilidad) y que sean sometidos a los mismos tipos de análisis.
Sin embargo, hay determinadas características que influyen en la calidad de los espermatozoides, como es la integridad del ADN, y que sí se pueden comparar. El equipo de Tesarik ha recogido (y evaluado) de manera sistemática desde hace más de 20 años el ADN de los espermatozoides de pacientes, de España y de diferentes partes del mundo, con problemas de fertilidad. “Los datos rebelan que hoy en día los hombres de la misma edad sufren más daño en el ADN del esperma, que los de hace 20 años. Se trata de un deterioro progresivo, lento, pero evidente”, concluía el investigador.
El daño del ADN de los espermatozoides tiene un origen multifactorial. Tiende a ser más alto en fumadores y en hombres expuestos profesionalmente a diferentes sustancias tóxicas. También se deriva de las condiciones ambientales, como la contaminación del aire, agua y alimentos, el consumo de alcohol y drogas, la temperatura testicular elevada, varias patologías como la criptorquidia, varicocele, procesos inflamatorios o infección del tracto genital, cáncer, episodios febriles y estrés, entre otros. Hábitos personales aparentemente irrelevantes, como el uso regular de baños calientes o de la sauna, la ropa ajustada y práctica de ciertos deportes, pueden también contribuir al deterioro.
Mientras tanto, hay cosas que todos los hombres pueden hacer para mejorar el ADN de sus espermatozoides, como estresarse menos, comer alimentos ricos en vitamina C (u otros antioxidantes) y hacer el amor con más frecuencia.