El presidente de Caja Rural Castilla-La Mancha, Javier López, ha entregado a Cáritas Diocesana de Toledo 1.500 kilos de alimentos no perecederos donados por los más de 1.000 trabajadores de la entidad financiera en los XIII Juegos Corporativos ‘Desafío 2017’, celebrados del 5 al 10 de junio en la Dehesa Boyal de Los Yébenes.
López hizo entrega de esta partida a la adjunta a la Secretaría General de Cáritas Diocesana de Toledo, Raquel López Largo, y a la coordinadora del Centro Diocesano de Distribución de Alimentos, Marisa Martínez, acompañado por el director de Relaciones Institucionales de Caja Rural Castilla-La Mancha ,Miguel Ángel Escalante.
Los alimentos son productos básicos como pasta, legumbres, aceite, azúcar, galletas, conservas, café y leche.
Esta acción se enmarca dentro de la ‘operación kilo’, por la que cada trabajador de Caja Rural Castilla-La Mancha recibió la camiseta de su equipo en el ‘Desafío’ a cambio de un kilo de alimentos no perecederos.
GESTO DE SOLIDARIDAD
Según Javier López, “esta entrega es un homenaje a la labor de Cáritas, sus trabajadores y voluntarios, así como un gesto de solidaridad de la plantilla de Caja Rural Castilla-La Mancha con las personas más necesitadas”
A su juicio, “esta ayuda refleja nuestra sintonía y colaboración con la obra social de la Iglesia Católica, que es Cáritas”.
“Felicitamos a Cáritas Diocesana de Toledo por su importante labor y su lucha activa contra la pobreza y la exclusión”, añadió.
“A todas las personas que hacen posible Cáritas, les agradecemos que dediquen sus energías, cualidades, tiempo y dinero tratando de dignificar la vida de tantas personas que, desgraciadamente cada vez más, necesitan ayuda”, concluyó.
Por su parte, la adjunta a la Secretaría General de Cáritas Diocesana de Toledo, Raquel López, agradeció a Caja Rural Castilla-La Mancha su “generosidad y sensibilidad con las personas más desfavorecidas, destacando el compromiso de la entidad y de los trabajadores por los más necesitados”.