Con la llegada del verano y las altas temperaturas, debemos prestar especial atención a nuestras mascotas. En las últimas semanas, los termómetros han alcanzado los 40º en diversos puntos de la geografía española, lo que supone un aviso importante para el cuidado de los animales, sensibles especialmente a las denominadas “olas de calor”.
Por ello, la Real Sociedad Canina de España ofrece una serie de pautas para el cuidado de tu can en verano, teniendo en cuenta sus necesidades, para que ellos también puedan disfrutar al máximo esta época del año. Controla su hidratación: Con las altas temperaturas, los perros también necesitan tomar más cantidad de agua de la habitual. Procura que siempre tenga acceso a un cuenco con agua fresca y limpia y recuerda y cuando salgas a pasear, llevar una botella específica para que pueda reponer líquidos también fuera de casa.
Los perros son vulnerables a los golpes de calor, sus principales síntomas son: jadeo, mirada en blanco o ansiosa, falta de respuesta a las órdenes, temperatura alta, piel seca y caliente, deshidratación, taquicardia, y desmayos. Para prevenirlo, además de la hidratación, evita el ejercicio excesivo y que permanezca demasiado tiempo en sitios con poca ventilación. Adapta el horario de los paseos a aquellas horas del día en las que las temperaturas son más suaves, como la última de la tarde y por la noche. Evita las horas centrales del día (de 11 de la mañana a 4 de la tarde) y pasear por zonas de asfalto para prevenir quemaduras en las patas o las almohadillas.
Si estás de vacaciones en la playa o montaña y pasáis mucho tiempo al sol, proporciónale su propio sitio alejado de los rayos solares. Tu perro también agradecerá que lo bañes con agua dulce o lo riegues con la manguera y, cuando no sea posible, humedécele las zonas de la cabeza y el tronco.
Por último, recuerda no dejar nunca a tu perro dentro del coche estacionado, ni siquiera a la sombra y con la ventanilla entreabierta. Las altas temperaturas les afectan con mucha rapidez.