El Heilan International Equestrian Club es el centro de formación ecuestre más grande de Asia, se encuentra en el área del sur de Xinqiao, en China. Desde su apertura en 2010, ofrece educación ecuestre, espectáculos, competiciones y servicios recreativos, todo ello en un único espacio.
Cuenta con salas de competición estandarizadas, gimnasio de caballos y centro de espectáculos ecuestres. Con 134 metros de largo, 75 metros de ancho y 20 metros de altura, cubre 12.000 metros cuadrados de terreno, apto para todo tipo de equitación. El Club ha comprado más de 400 caballos de alta cualidad de más de treinta países y regiones, llegando a tener más de 50 clases de caballos distintas.
El equipo de profesionales está formado por tres veterinarios locales del Hospital Emmeloord Equino en Netherland y más de 130 entrenadores de caballos. Y entre este amplio equipo de profesores, se encuentra un talaverano, Samuel Sánchez Moreno, con quien ha hablado La Voz del Tajo.
Desde hace un año, es uno de los 5 entrenadores ecuestres españoles con los que cuenta el club. Se embarcó en este proyecto gracias a la oferta de un amigo que se encontraba allí, dada la precaria situación del sector, tanto deportivo como de cría de caballos en España. Reconoce que “lo pensé detenidamente y, visto que por aquí la cosa está muy parada, decidí marcharme”.
La idea del propietario de crear este centro surge por su conocimiento de Europa y, por consiguiente, del caballo desde el punto de vista del ocio y del deporte, al contrario que ocurre en China, donde solo sirve como animal de trabajo.“Lo monta con la idea de que algún día ellos puedan competir y puedan llevar todo eso a cabo sin la ayuda de los profesores extranjeros” explica Samuel.
Todo surge alrededor de un espectáculo semanal. Como nos revela el talaverano “en realidad, aquello es un centro temático dedicado al caballo, donde hay hoteles, restaurantes, un espectáculo semanal. Allí está el mayor centro viviente del mundo de caballos. Es una ciudad dentro de otra ciudad”. Para ello cuenta con las mejores instalaciones del mundo, superando incluso a las que posee la escuela Española de Equitación de Viena.
“Es una fábrica de caballos” nos garantiza el jinete. Una de las peculiaridades de este centro es que intentan asociar cada tipo o raza de caballo a entrenadores de su zona, como entrenadores españoles para equinos de razas ibéricas, como es su caso. Dedicado toda la vida al caballo, sobre todo al español, Samuel se formó con profesionales como Juan Matute Azpitarte y Manuel Cid, ambos jinetes olímpicos, por lo que conoce a la perfección esta raza.
Sobre su posible regreso a España, el talaverano nos revela que “viendo cómo está el panorama a día de hoy aquí y como está el sector deportivo, es absurdo plantearse volver a corto plazo”. Reconoce que llegar de entrenador allí es duro, tanto por estar lejos de su familia, como por llegar a una cultura totalmente distinta, aunque su mayor temor era ponerse en el papel de profesor, ya que, como nos explica, “no todo el que monta bien sabe después enseñar”.
Samuel Sánchez sólo desea que cambie la precaria situación del mundo equino en nuestro país y poder regresar y realizar su profesión cerca de los suyos.