La infraestructura del trasvase entre el Tajo y el Segura cuenta con casi 300 kilómetros de longitud. El agua es conducida por un canal que incluye 11 túneles y 10 acueductos hasta llegar al embalse de Alarcón sobre el río Mundo, afluente del Segura.
Este trasvase extrae de la cabecera del Tajo prácticamente la mitad del agua que lleva el río en año y medio. ¿El fin? Utilizarla para regadío en la zona del Levante español.
Por otro lado, el aumento de la temperatura del planeta conlleva una mayor evaporación del agua, por lo que la cabecera del Tajo recibe un 30% menos de agua que hace 10 años.
Aún con todos estos datos, el trasvase, sigue adelante.