El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, respecto a las palabras del presidente de Murcia, Fernando López Miras, que pedía blindar el trasvase Tajo-Segura en su toma de posesión de este sábado, ha rechazado que "algunos quieran blindar la miseria del río Tajo".
Así ha reaccionado García-Page, en declaraciones a los medios tras asistir a la Romería de la Virgen el Valle, destacando que "bajo ningún concepto" la región "va a permitir que se sustente un nuevo pacto sobre el agua en la miseria de toda la España seca que significa el Tajo".
Según ha afirmado el presidente castellano-manchego, en las palabras de su homólogo murciano, se deja ver "que no había paz del agua, ni ahora la tenemos", aunque le ha dado la bienvenida "al debate sobre el agua" y le ha tendido la mano "para discutir entre comunidades autónomas lo que es muy difícil arreglar en Madrid".
De este modo, ha vuelto a reclamar un decreto de sequía para la cuenca del Guadiana, por que la región tiene "tanto derecho a estas ayudas" como el resto de España, rechazando que el 80% de las mismas vayan al Levante, cuando donde "tienen que ir es a la cuenca mayoritaria, a Castilla-La Mancha".
"La sequía no es derechas ni de izquierdas. Ojalá avancemos en un nuevo pacto del agua. Este debate tiene que dejar muy claro que si el agua es de todos, es de Castilla-La Mancha", ha reclamado el jefe del Ejecutivo regional, que se ha quejado de que el Levante no aproveche el agua de las desaladoras, y de que encima reclame agua.