La expulsión de los concejales de Ciudadanos, Jonatán Bermejo y Montaña Palacios ha colocado en una difícil situación al alcalde de Talavera, situación que por otra parte él mismo ha propiciado. Su postura ante estos hechos, esperar y atacar a Page, Ciudadanos, PSOE, concejales… dejado claro que la mejor defensa es un buen ataque.
Distintas voces piden al Ramos que destituya a los dos “tránsfugas” tal y como se desprende del pacto Antitransfuguismo, pero el alcalde quiere “esperar”. Una espera que puede llevar a Talavera de la Reina, una ciudad sumida en una profunda crisis, al “aislamiento institucional” tal y como ha señalado el presidente de la Diputación provincial, Álvaro Gutiérrez.
El motivo para no actuar ya, es que “al no existir una resolución definitiva, los concejales Jonatan Bermejo y Montaña Palacios siguen siendo del Grupo Municipal Ciudadanos”. En caso de que su formación política los expulse toda vez que expire el periodo de alegaciones y agotados los trámites de defensa –tienen siete días para alegar- y de derechos de garantías que tiene todo afiliado a un partido político, “entonces es cuando se adoptará la decisión que haya que adoptar en el Ayuntamiento”.
Al alcalde de Talavera se le olvida que es él quien ha introducido en su Gobierno a los dos concejales de Ciudadanos –puesto que les ha delegado funciones- sin esperar qué opinan desde la formación naranja a nivel regional y nacional. Una decisión cuyo único responsable es el primer edil talaverano.
Y si todo este lío, por llamarlo de alguna forma, no fuese suficiente, Ramos asegura que durante dos años se le ha “atacado” y acusado de ser un “Gobierno débil y en minoría”. Ahora con concejales “comprados” como le acusan desde C,s la cosa cambia.
Por último, en un momento de “defensa”, Jaime Ramos ha pedido todos los concejales liberados, no liberados… que “trabajen por la ciudad” y "hagan algo constructivo para esta". Una petición que resulta llamativa, teniendo en cuenta que fue él quien no aceptó la propuesta del PSOE para que "nadie cobrase salvo el alcalde". Mientras tanto, Talavera de la Reina continúa sufriendo en una profunda crisis social y económica, a la que se le puede sumar, tal y como avanzan los acontecimientos, una crisis política e institucional injusta para una ciudadanía que cuando ejerce su derecho a voto no lo hace para que decisiones “personales” les afecte.
La pregunta por que se hacen los ciudadanos es ¿por qué ahora? -en relación a la adhesión de Bermejo y Palacios al Gobierno de Ramos- y no a principios de legislatura.