Los pensionistas de Castilla-La Mancha han dejado de adelantar a las arcas públicas regionales una media mensual de 700.000 euros gracias a la medida adoptada por el Gobierno de Page el pasado mes de mayo, que vino a revertir la situación generada por la implantación, en la anterior legislatura, del sistema de copago farmacéutico.
A finales de abril de 2016, el Gobierno de Castilla-La Mancha aprobó la Orden por la que se regula el procedimiento para el reintegro de gastos por aportaciones de los pensionistas y sus beneficiarios en la prestación ambulatoria. Desde entonces, casi 100.000 pensionistas de la región no tienen que solicitar al SESCAM todos los meses el reintegro del exceso de aportación realizado.
Este nuevo sistema de aportación farmacéutica incluye la aplicación de diferentes porcentajes de pago de los medicamentos y productos sanitarios incluidos en la prestación farmacéutica según dos criterios: la condición de asegurado y el nivel de renta.
Así, se establece un límite máximo de aportación mensual de 8,23 euros para los pensionistas cuya renta sea inferior a los 18.000 euros; de 18,52 euros para aquellos con renta igual o superior a 18.000 euros e inferior a 100.000 euros; y 61,75 euros para los de renta superior a los 100.000 euros.
Hasta la aprobación de la Orden de abril de 2016, el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha reembolsaba estas aportaciones a los pensionistas mediante un procedimiento de reintegro del copago farmacéutico.
Una vez que un pensionista de la región ha alcanzado su límite máximo mensual, no tiene que hacer más aportaciones económicas durante el resto del mes en las dispensaciones de medicamentos que necesite con receta oficial del Sistema Nacional de Salud.
Con cada dispensación, la farmacia informa al usuario de la aportación que le corresponde pagar por el medicamento hasta el momento en que llegue a su tope mensual y desde ese momento le informa de que no debe pagar.