Salvador Aldeguer
Basura espacial
miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h
Hay noticias que van apareciendo en los medios con una frecuencia anual, noticias que parecen estar destinadas simplemente a rellenar un espacio de maquetación, pero que, año a año, varían sustancial y amenazadoramente su contenido.
Una de estas noticias-advertencia volvió a aparecer hace un par de semanas y hace referencia a la basura espacial, es decir, a los objetos artificiales sin utilidad que orbitan la Tierra. La foto desde luego es para acojonarse y plantearse seriamente si salir a la calle con paraguas aunque no llueva puede ser un nuevo hábito que lejos de ser excéntrico puede resultar una estrategia defensiva para protegerse de la posible caída en barrena de un resto de cohete o de satélite. La foto, insisto, es para empezar a preocuparse menos por lo que ocurre aquí abajo y empezar a prestarle algo más de atención a lo que flota a la deriva por encima de nuestras cabezas. En la imagen se ve claramente cómo la Tierra está rodeada por una capa brutal de chatarra que abarca todo el perímetro terráqueo por los cuatro puntos cardinales. A finales de 2003 había unos 10.000 objetos catalogados, no obstante, se estima en más de 50.000 el número de objetos mayores de un centímetro. Según la revista Nature, EEUU tiene fichados en la actualidad más de 9.000 objetos artificiales, con un peso total que supera las cinco toneladas, o sea, que tenemos 9000 posibilidades de hacer el gilipollas si salimos a la calle resguardándonos con un paraguas, porque si tenemos la mala suerte de que el chinazo espacial nos caiga en todo el cogote, les vamos a ahorrar una pasta a los de Santa Lucía. La mayor parte de estos aparatos están en ruina y constituyen un gran riesgo para las misiones espaciales, de hecho, ya empieza a ser una realidad que a partir de 2055 salir hacia el espacio será una misión prácticamente imposible. Por no mencionar la desastrosa impresión que se van a llevar los primeros extraterrestres que lleguen a nuestra órbita terrestre. Antes de aterrizar nos van a poner de guarros para arriba, y, posiblemente, viendo el basurero del que estamos rodeados, ni se les ocurra poner un pie (o lo que tengan) en la Tierra porque pensarán que todos los terrícolas sufrimos un galopante síndrome de Diógenes y vivimos inmersos en un mar de mierda y chatarra inservible. Y nosotros, como unos pavos, mirando hacia las estrellas silbando las cinco notas de la película ‘Encuentros en la 3ª fase’. Ya nos podemos ir poniendo las pilas e ir pensando en cómo reciclar toda esa capa de toneladas de fragmentos de chapa y pintura porque nos estamos enjaulando y nadie sabe dónde está la llave. A ver si resulta que el pirado de Abraracúrcix, el mandamás del irreductible pueblo galo, no estaba tan pirado, y resulta que tenía razón al insistir en que más que a los Romanos, a lo que había que temer, es a que el cielo caiga sobre nuestras cabezas.
Manzana – S.
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Monkey Business.
Ahora que lo pienso, la Hormiga Atómica no se quitaba el casco ni para dormir.
Manzana (caramelizada con leche de cacto) – S.
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