El presidente de la mutua castellano-manchega Solimat, Ángel Nicolás, ha tasado en 70.000 millones de euros el coste derivado del absentismo laboral, el cual ha equiparado a 840.000 trabajadores que no acuden a su puesto de trabajo durante un día entero.
Antes de participar en un congreso sobre este asunto en Toledo, ha puesto el acento en que la quinta parte de ese absentismo corresponde a trabajadores que automáticamente se dan de alta cuando son llamados a una revisión. "Tan pochos no estarán", ha lamentado.
Para solucionarlo, propone que las mutuas puedan gestionar las prestación además de pagarlas. "Me resulta curioso que en el Congreso se debatan asuntos que suponen mi millones de euros y esto que supone 70.000 no tiene un debate nacional en profundidad", ha indicado, para añadir que las mutuas han cerrado 2016 con unas pérdidas de 341 millones de euros.
"Reclamamos que nos dejen dar las altas y las bajas. Tenemos los mismos procesos que la Seguridad Social, y aunque hacemos las pruebas con los mismos aparatos luego no sirven", ha criticado Nicolás, para quien el único escollo es la ley de Mutuas en vigor.
Según ha dicho, hay casos en los que una baja que debería durar 15 días se puede alargar hasta seis meses solo por el tiempo de espera para que el paciente sea sometido a una prueba diagnóstica.
En su opinión, con mecanismos que dieran más competencias a las mutuas se podrían ahorrar hasta 16.000 millones de euros a las arcas públicas.