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Rober festeja el gol conseguido la noche del miércoles en el Helmántico ante el Guijuelo.
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Rober festeja el gol conseguido la noche del miércoles en el Helmántico ante el Guijuelo.

El talaverano Rober cumple el sueño que tuvo de chico

Debutó con el primer equipo del Atlético de Madrid en competición oficial y marcó el 0-6 del triunfo colchonero ante el Guijuelo en el Helmántico

jueves 01 de diciembre de 2016, 09:09h

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El treinta de noviembre de 2016 es tan solo una fecha. Sí, una fecha en la que un chico de Talavera de la Reina (03/01/1996) cumplía su sueño desde que siendo un niño tomó rumbo a la rivera del Manzanares para jugar en el Alevín A. Diez años más tarde, y en un estadio mítico como el salmantino Helmántico, el Cholo Simeone, con el que entrena asiduamente en Majadahonda, le hacía entrar en el campo a los 58 minutos para suplir a uno de los estandartes del club colchonero en la presente campaña, Carrasco.

Noche mágica, sin duda, para el talaverano que además hizo el último gol del equipo (el 0 a 6), de la cita copera, tras recibir en el área y batir al portero del Guijuelo. Corría el minuto 84 y después tendría otra ocasión, que acabaría en córner. Era el guión con el que había soñado desde 2007, cuando en cierta ocasión comentaba “Estuve tres años yendo y viniendo de Talavera de la Reina para poder entrenar en el equipo de mis sueños". Su madre personificó el esfuerzo para lograr una meta y ahora, es la primera de la que se acuerda: "Mi madre se desvivió para que pudiera conseguir mi sueño de jugar con la rojiblanca. Yo se lo agradezco todo a ella, porque si no, no habría llegado hasta aquí. A las cinco de la mañana me levantaba para poder llegar hasta Madrid. Mi madre no tenía coche y nos teníamos que desplazar en autobuses y metro. Fueron muchos kilómetros". Hoy su familia, pero especialmente su madre, se sentirá plenamente orgullosa. Tanto sacrificio habrá merecido la pena.

Satisfacción tras el choque y así respondía en el diario “AS” a la entrevista que reproducimos a continuación:

Es su debut en competición oficial con el Atlético y marcó un gol…

Esto significa mucho para mí porque el trabajo bien hecho suele dar sus frutos. Tuve la suerte de salir y de marcar un gol, ha sido muy importante para mí.

¿Qué le dijo el míster?

De broma me llamó goleador. Mis compañeros me dieron collejas en el vestuario. Ha sido increíble.

¿Qué significa para usted este partido?

Es el sueño de un chico que lleva diez años en el Atlético. Es un sueño cumplido. Este gol seguro que me va a ayudar mucho de cara al futuro y a los próximos partidos. Para un jugador de la cantera es muy bonito tener un partido así.

¿De quién se acuerda?

Es el día más importante de mi vida. Es un gol que recordaré siempre.

Si le tenemos que explicar a los aficionados del Atlético quién es Rober, ¿qué les diría?

Que es un futbolista que se entrena fuerte y duro para estar en el equipo de su vida, que es este, del Atlético de Madrid. Y sin más.

Y con Rober son ya doce los talaveranos que han jugado en la élite del fútbol español

Sí, porque si las estadísticas no son erróneas, y a nosotros no nos corresponde juzgarlas, desde que rueda el balón por esos campos de Dios, Talavera ha exportado talentos del balompié por ciudades y equipos de nuestra piel de toro. La Historia del balompié refleja que ya Antonio de la Morena Laguna, apodado para el fútbol “Lamorena”, nacido en nuestra ciudad el 29 de octubre de 1936 abrió las fronteras de la ciudad. El Caudal de Miéres, Córdoba, At. Ceuta y Cultural Leonesa, todos en segunda división, fueron sus equipos de militancia hasta recalar en el Pontevedra en la campaña 60-61. En Pasarón permaneció tres años, la última en primera división, pero sin que pudiera disputar un sólo minutos, habiendo jugado seis en la del ascenso.

La UP Langreo fue el último destino del que tenemos referencia. El segundo sería Ángel de la Fuente Rubio, nacido en Talavera el 30 de agosto de 1941, que inició su carrera futbolística en la temporada 60-61 en el Condal, de donde pasó a la siguiente al Murcia también en segunda. En su segunda temporada lograba el ascenso a primera y en dos temporada sumaba 35 partidos y conseguía anotar seis goles, que no impidieron el descenso. Allí permaneció una más, con escasa participación (sólo jugó dos partidos) para pasar a la siguiente al Real Betis en primera. Con los verdiblancos De la Fuente jugó 7 partidos y marcó un gol. Después hay que remontarse a Miguel Ángel Sánchez Rumbero es el tercero en la cronología que nos ocupa. Nacido en nuestra ciudad el 19 de octubre de 1966, Miguelín para el mundo del fútbol inicia su actividad en el Atlético de Madrid en la temporada 84-85, concretamente en el Atlético Madrileño.

En la siguiente llegó a disputar un partido con el primer equipo, anotando además un gol, que si los datos de las hemerotecas no están “dañados” fue con ocasión de la huelga de futbolistas en septiembre de 1984, en la que los colchoneros jugaron contra el Osasuna (3-0) con Luis Aragonés en el banquillo del Calderón. A la siguiente bajó de nuevo al filial y Cartagena y Andorra fueron sus siguientes destinos. El cuarto corresponde a José Ángel Ferrera Nevado (nacido en Talavera el 12 de marzo 1975), que en el año 1997 tomó rumbo a Zaragoza para enrolarse al filial maño. Tras una primera campaña en el filial, a la siguiente tuvo la oportunidad de debutar en primera con el primer equipo.

Fueron 17 minutos en el Calderón ante el Atlético de Madrid con 2-1 a favor de los colchoneros. Tras José Ángel llegaría una generación irrepetible formada por Javier Casquero, Javier Dorado, Miguel Ángel Pérez-Roldán, “Corona” y José María Mena García. Ocho talentosos, a los que hay que añadir en los últimos tiempos de rabiosa actualidad a jugadores como David Rodríguez, Manu Trigueros y Javi Espinosa. Todos ellos saben ya lo que es jugar, y en muchos casos triunfar, en Primera División. Y aunque algunos se han quedado a las puertas de hacerlo como Sergio Rodríguez (Extremadura) o Jorge Gómez (Osasuna), otros están llamando a las puertas con premura, caso del delantero José Arnáiz (Real Valladolid). Que no desesperen porque como a Rober en la noche de ayer, la perseverancia es tiempo de siembra a la que suele suceder la cosecha.

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