El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha afirmado durante la inauguración de la nueva sede de ATAFES en Talavera, que de la misma manera que “seremos incansables” en la defensa del río Tajo, “lo seremos en el empleo, una prioridad absoluta para nosotros”, ha añadido el jefe del Ejecutivo autonómico.
El Gobierno regional presentará el segundo Plan de Empleo "con 55 millones de euros”. También ha pedido a los alcaldes que vayan “al cien por cien” en solicitudes, pues lejos de tratarse de humo como se ha criticado desde la oposición, “ha salvado de la miseria más absoluta a más de 20.000 personas de esta región”.
Un éxito que puede repetirse y ampliase, pero los ayuntamientos “no os tenéis que quedar cortos. Si hay posibilidad de apuntarse a 500, por favor pedid los 500 puestos de trabajo”, ha reclamado, “para que no ocurra como algunos ayuntamientos, que han pedido mucho menos de lo que realmente estaba dispuesto a pagar el Gobierno de Castilla-La Mancha”, algo difícilmente entendible, ha lamentado.
RiÓ TAJO
García-Page ha denunciado que mientras el agua “hacía vivir mejor a generaciones anteriores”, la que pasa ahora por la ciudad de la cerámica “se convierte en una cloaca”. Para recuperar el Tajo en todos los sentidos, ha señalado el presidente regional, “se necesita algo tan sencillo como agua”, motivo por el cual ha pedido “unidad política”, una reivindicación que ha hecho expresamente al alcalde de Talavera Jaime Ramos. “Yo reclamo la misma unidad en Castilla-La Mancha que existe en Levante. Me da envidia ver cómo en Valencia o en Murcia todos los partidos se ponen de acuerdo para reclamar el agua que aquí provoca enfrentamientos”, ha lamentado García-Page.
En este sentido, el presidente regional ha lamentado que haya habido dirigentes políticos “que han querido que las leyes dijeran que se considera caudal ecológico las aguas residuales de Madrid”, lo que ha considerado una “auténtica desvergüenza” para el país en su conjunto “pero especialmente para nosotros”.