Toda España ha estado pendiente durante la jornada de este sábado de la reunión del Comité Federal del PSOE con un ambiente muy caldeado que ha derivado, finalmente, en una votación a mano alzada para decidir si se celebraba en los próximos meses un Congreso que marcara el rumbo del Partido Socialista.
Tras diversos tiras y flojas, intentos de voto secreto en una urna improvisada, gritos en la puerta de la sede madrileña de la calle Ferraz y retrasos de todo tipo, la votación propuesta por el mismo Pedro Sánchez ha arrojado un resultado en contra de la celebración de ese congreso por 133 votos contrarios y 107 a favor, algo que ha derivado en la dimisión como Secretario General de Pedro Sánchez.
Esta situación, después de la dimisión de 17 miembros de la Ejecutiva socialista de la que ya informamos anteriormente y la propia de esta tarde de Sánchez, deja el futuro del PSOE en la probable formación de una gestora que decida el sentido del voto de los diputados socialistas en una posible investidura de Mariano Rajoy a la Presidencia del Gobierno.
Con la posible abstención de los socialistas, Rajoy sería presidente del Gobierno de España en minoría y estaría expuesto a las exigencias de grupos como PSOE y Ciudadanos para sacar adelante sus propuestas.