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¿Qué significa el 'Brexit'? Historia de Gran Bretaña

¿Qué significa el 'Brexit'? Historia de Gran Bretaña

Los Romanos hacia el año 43, DC, conquistaron la mayor parte de una isla remota a la que incorporaron a la ya existente provincia de Britania...

martes 09 de agosto de 2016, 19:41h

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Los Romanos hacia el año 43, DC, conquistaron la mayor parte de una isla remota a la que incorporaron a la ya existente provincia de Britania. No pudiendo con el norte de la misma, a cuya porción denominaron Caledonia, el emperador Adriano construyó un muro que aún se conserva en su integridad, el cual separa, Escocia de Inglaterra. Tras las sucesivas invasiones bárbaras, los Francos terminaron denominando a esa zona, Tierra de los Anglos. Tomaron el nombre de uno de los pueblos que la invadieron, los Anglos. Los otros fueron los Jutos y los Sajones. En el año 1066 se produjo la famosa batalla de Hastings, en la cual Guillermo el Conquistador, Duque de Normandía, proveniente ahora de Francia y en el pasado de Escandinavia, dio muerte al último rey Sajón. Los reyes de Inglaterra pasaron a ser Normandos.

Hasta la edad moderna es un reino más, sin más pretensiones que sobrevivir independiente y gozar las familias nobles del disfrute de sus feudos. Su despertar diferente se produce tras el enfrentamiento con el Imperio de los Habsburgo y su deseo de convertirse en Imperio propio, 1.500 DC.

Hemos de afirmar un hecho rotundo e incuestionado, “El reino de Inglaterra, primero –con la famosa guerra de los cien años, que finalizó en 1.453-, y después el Imperio de la Gran Bretaña, se construyó única y exclusivamente contra los reinos o imperios del continente Europeo. Su construcción religiosa, y luego filosófico-ideológica fue contra el Catolicismo y el Papado, primero, y contra el racionalismo europeo después. Toda su fuerza de existencia de debe al enfrentamiento sucesivo, constante e implacable, contra el que fuese del continente. Siempre se construyó contra Europa. Que se uniese en 1.973
–aunque a medias- es su verdadero anacronismo. Siempre jugó bazas diferentes. Sus peculiaridades comienzan por ser ideológicas y filosóficas. Son los franciscanos ingleses, con Guillermo de Ockham a la cabeza, los que comienzan durante 1.330 a esgrimir ideas propias y contrarias al resto del catolicismo –sostiene que las únicas percepciones del alma entran exclusivamente por los cinco sentidos-. La proclamación formal político-religiosa la realizó Enrique VIII, en 1.532. Se proclamó jefe de la iglesia de Inglaterra, en clara oposición anti-Católica, e inicia el protestantismo político contra el Papa de Roma. Por otra parte, su diferencia política también fue mucho más temprana, radical y profunda. Debemos recordar que fueron los ingleses los primeros en cortarle la cabeza a su rey y acabar con el absolutismo monárquico. Ellos erradicaron el famoso derecho divino de los reyes a gobernar. Lo hicieron tras cruentas y extensas revoluciones que terminaron con la decapitación real–a Carlos I- el 30 de Enero de 1.649. Los franceses, aunque son más famosos, lo hicieron 144 años después, en 1.793, -a Luis XVI- también en Enero. Desde ese momento, mediados de 1.600 es cuando los ingleses comienzan a ser diferentes en casi todo. Acabaron con el viejo feudalismo, y quien gobierna de verdad es la nueva clase burguesa, comerciante, capitalista y superadora del viejo régimen de los privilegios feudales. Esto hizo, primero de Inglaterra, y después de 1.707, con la unión de Escocia y 1.801 con la adhesión de Irlanda, del famoso Imperio Británico el más extenso y poderoso de la historia. Llegó a controlar el 25% de las tierras del globo terráqueo.

Ya desde su nacimiento, con la partición de la provincia de Britania, la parte insular caminó por su cuenta. Mientras esta era invadida por unos pueblos la parte continental lo era por otros, o permanecían las tribus anteriores romanizadas. Sus tensiones religiosas contra las tesis oficiales de la Iglesia Católica, y contra el papado, comienzan a mediados de 1300 y surge una religión con liderazgo e ideas diferentes a partir de mediados de 1500, claramente Anti-Roma. Desde mediados de 1.600 su historia política, económica y cultural será muy diferente del resto del continente. Su mayor y mejor desarrollo intelectual hará de sus “Colleges” y universidades la cuna de los mejores intelectuales de la cultura occidental. Por lo menos los más realistas, prácticos y racionales. Se centraron más en el Empirismo, en la experiencia humana como fuente de conocimiento, en la experimentación y el estudio, y en la aplicación de leyes racionales que acabaran con los viejos Mitos y supersticiones mucho antes que los demás, siendo ejemplo y punto de inspiración y seguimiento de los demás intelectuales occidentales. Dentro de lo que cabe, su imperio fue dominado por un parlamento Democrático, cosa que los demás lo fueron con un rey absolutista. En 1.649 le cortaron la cabeza al rey, para reconocer a su hijo le obligaron a aceptar el parlamento y las leyes. El rey de Francia cayó en 1.793, el Zar de todas las Rusias en 1.917, el emperador alemán y el de Austria en 1.918. El de España en 1.976 (En las monedas de peseta ponía “Caudillo de España por la gracia de Dios”). Y así sucesivamente. Es cierto que lucharon única y exclusivamente defendiendo sus intereses, y más aún, explotando sin piedad los enormes privilegios de su imperio, pero aún en 1.914 se opusieron al emperador absolutista de Alemania y al de Austria, y en 1.940 a las dictaduras más crueles habidas de, Hitler y Mussolini. Tras la II Guerra Mundial, se opusieron a la tiranía soviética y a su cerrado mundo. Y lo hicieron desde un parlamento, unas elecciones y unas leyes escritas. Sin dictaduras de nadie. Se incorporaron tarde y mal a la UE y siempre estuvieron con un pié dentro y otro fuera. Ahora vemos el resultado de ese estado de opinión que se inició en 1.533. Siempre estuvieron matándose entre partidarios de Roma-Papado (Católicos) y protestantes. No aceptaron nunca el dominio del papado de Roma. Ahora no quisieron ver que el viejo imperio se había acabado. Como no lo aceptó Austria hasta que se proclamó República. Lo mismo Rusia, que lo hizo junto con Alemania o Italia. Holanda, Bélgica, España o Suecia aun no lo han hecho. Mientras Inglaterra no se proclame una república, se olvide del viejo imperio y sea una nueva desconocida, no pasará a formar parte como un estado más de los viejos estados de Europa. Sin olvidar que algunos de los que junto a Inglaterra formaron el imperio, unos forzados como Gales y otros voluntarios y votando en el parlamento como Escocia e Irlanda, decidirán su futuro por su cuenta. Cuando solo quede la vieja Britania, que luego se llamó Anglia, otro gallo cantará. Carlos Gonzàlez-Teijòn es escritor, sus libros publicados son Luz de Vela, El club del conocimiento, La Guerra de los Dioses, y de reciente aparición “El Sistema”, de editorial Elisa.

E-Mail bergida@hotmail.es

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