Las cámaras de las vías del AVE captaron un coche sospechoso en las inmediaciones del incendio minutos antes de su inicio, y la juez pide a las compañías telefónicas que identifiquen los números que hicieron llamadas o mandaron mensajes en esa zona y en días anteriores, tal y como ha informado en primicia Radio Madrid.
La investigación sobre el incendio del cementerio de neumáticos de Seseña está avanzando. La juez y la Guardia Civil han detectado la presencia de un coche sospechoso en las inmediaciones del lugar poco antes de que empezase el incendio, y en un auto la magistrada instructora ha solicitado a distintas compañías telefónicas que identifiquen aquellos números de teléfono móvil que hiciesen llamadas o mandasen mensajes desde esa zona, esa misma noche y las dos anteriores.
En un auto la jueza, tal y como señala en la web de Radio Madrid, emisora en la capital de España de la Cadena Ser, recoge la información enviada por el SEPRONA de la Guardia Civil y deja claras sus sospechas de que el incendio fue provocado, descartando en un primer momento que pudiera haber comenzado de forma fortuita. Entre las pruebas recabadas llama la atención, un coche desconocido que estuvo cerca del cementerio de neumáticos, apenas unas horas antes de que empezase el incendio del que entonces todavía era el mayor cementerio de neumáticos de Europa.
La Guardia Civil encontró este coche en las cámaras de seguridad de las vías del AVE Madrid-Valencia a las 23:30 horas de la noche del 12 de mayo, rodando por un camino paralelo a las vías a menos de dos kilómetros del punto donde se originó el incendio. Una hora y seis minutos después, unas luces aparecen por el mismo camino pero en sentido contrario. Quince minutos después las cámaras de otro punto kilométrico más avanzado también captan unas luces de un coche. Media hora después, los servicios de emergencia recibían a primera llamada alertando de las llamaradas que empezaban a devorar el cementerio de neumáticos.
La Guardia Civil cree que en ese coche viajaba alguien que podría tener información valiosa sobre el origen del incendio, o incluso ser el presunto culpable dada la proximidad del vehículo detectado a la zona del siniestro, tratándose de una zona aislada.
Este incendio obligó a desalojar a buena parte de los vecinos de la Urbanzación El Quiñón.