Heterosexuales intolerantes

Hay heteros que solo hablan de los gais para generalizar y para sacar de contexto situaciones y demostrar su homofobia, o aversión a todo lo que no sea heterosexual. En La Voz del Tajo tenemos un claro ejemplo con el columnista Manuel del Rosal. No le vi escribir sobre la terrible matanza de 49 gais elegidos por ser gais en una discoteca gay celebrando el día del Orgullo “gay”. No, tampoco le he visto solidarizarse por los 109 ataques a personas LGTB que se han registrado en 6 meses en la vecina Madrid mientras en nuestra tierra nadie lo registra ni lo atiende ni tenemos una ley específica como Catalunya, Extremadura o Región de Murcia. No, el columnista jamás ha hablado de la emigración de homosexuales de Talavera y sobre todo, de la comarca, que muchos de ellos están deseando irse a estudiar fuera al cumplir los 18 y vivir su vida lejos de miradas indiscretas que lo cuenten, o te agobien con la mirada, o temor a encontrarse a un homófobo mientras pasean por el Prado agarrados de la mano como cualquier otra pareja. No le importa que las personas transexuales que conozco y viven en Talavera tengan que afrontar cientos de problemas por los tratamientos, ni que no existamos en nuestra querida ciudad salvo para colgar una bandera el 28J. Sin embargo, para intoxicar y sacar de contexto noticias referentes a los homosexuales sí escribe. La semana pasada jugó de mala manera a la demagogia y afirmó con homofobia que “si eres heterosexual, delgado, blanco y católico, te pueden arrestar por homófobo en Getafe”. No, en ningún sitio te detienen por ser hetero, no mienta usted para reivindicar sus privilegios, pero le aseguro que aunque no le importe,en más de 80 países te detienen o te asesinan por no serlo. El Ayuntamiento de Getafe publicó un perfil del agresor homófobo y en él, por estadística salía que quienes agreden principalmente, tienen ese perfil de hombre heterosexual. No significó como usted trata de manipular que cumplir eso es ser homófobo. No le preocupa cómo corregirlo, sino que encaje en varios adjetivos de la descripción.

Para el articulista homófobo, el Orgullo es “una horterada, una ostentación cateta, un escaparate de miserias físicas” y más espumarajos que le salían por el boli para referirse al día que reivindicamos lo que los heterosexuales pedís todos los días: nuestra visibilidad. No, no hay nada malo en que un hombre se vista con plumas,o que enseñe su cuerpo, moldeado por el gimnasio o por los donuts y me parece genial que lo haga. Lo que sí me parece terrible son las 12 agresiones sexuales heterosexuales que en 2016 ha habido en San Fermín y usted se ha callado y por supuesto no ha descalificado esa fiesta, generalizando y emitiendo prejuicios absurdos, porque sería un error. Pues no haga lo mismo con una reivindicación que nunca va a comprender porque jamás le han pegado ni acosado hasta hacerle llorar y tener miedo de ir al colegio como nos han hecho a muchos de quienes no somos heterosexuales.

Jamás os hemos pedido que los heterosexuales dejéis de hacer ostentación de vuestra orientación sexual. Lo hacéis, en especial los varones, constantemente y está genial. Lo único que pedimos es que no os ríais de nuestra pluma (ser más femeninos) ni nos partáis la cara por ir agarrados de la mano. Es pedir decencia e igualdad, pero sobre todo: dignidad.