El Partido Popular no tuvo ningún reparo en votar NO al PSOE de Andalucía cuando ganó las elecciones Susana Díaz, y sólo le faltaban 8 escaños para la mayoría absoluta.....
El Partido Popular no tuvo ningún reparo en votar NO al PSOE de Andalucía cuando ganó las elecciones Susana Díaz, y solo le faltaban 8 escaños para la mayoría absoluta. Pero no les importó sumarse a Podemos y bloquear ambos un futuro gobierno sin posibilidad de presentar una alternativa, solo con la esperanza de repetir las elecciones por si sonaba la flauta. El PP de Mariano Rajoy votó NO sin contemplaciones al pacto PSOE-Ciudadanos que buscaba alcanzar un gobierno de pacto, tal como había votado la sociedad española. Rajoy no solo votó en contra, sino que además ni se quiso presentar como candidato. Su única opción era bloquear las instituciones y paralizar el país durante 6 meses, ayudado por Podemos y su estrategia de la “cal viva”.
Se han repetido las elecciones gracias al bloqueo absoluto de PP y Podemos. España ha votado que Rajoy tenga 15 escaños más y ahora, el irresponsable, el bloqueador, el saboteador de los pactos, no solo no ofrece sentarse y negociar aspectos contundentes, sino que exige lo que jamás dio: responsabilidad de estado. El PSOE, con todo en contra, ha salvado los muebles, y resiste pese a tener a sus más enconados enemigos no solo a su derecha sino, sobre todo, a su izquierda. Y vuelve a tener la llave de la gobernabilidad en su mano. Y ha de aprovecharla.
El PSOE debe decir un NO contundente a Mariano Rajoy, a su gobierno y a sus políticas, que han destruido la herencia de Zapatero, incluida la hucha de las pensiones y la misma UE nos ha avisado que nos va a sancionar por los incumplimientos de Rajoy. El PSOE no debe tener miedo de ser claro y contundente y decir que NO quiere otros 4 años de populismo y demagogia, de destrucción del estado social, de presentar 4 datos macroeconómicos buenos y que el PP los celebre sin darse cuenta de la verdadera situación del país, que además, sigue en una encrucijada territorial que Rajoy solo ha exacerbado.
El PSOE debe decir no sin tapujos una y otra vez. Y solo si el PP consigue más de 170 diputados, solo entonces, los socialistas deben demostrar que no son ruines como sus adversarios y, en ese momento sí, sentarse a hablar de 2-3 abstenciones del PSOE a cambio de la cabeza de Rajoy (hacerse un Puigdemont) y por supuesto exigir una reforma constitucional al PP con encaje de Catalunya y Euskadi, sin veleidades patrióticas casposas que solo sirven para empequeñecer a una patria de la que algunos estamos muy orgullosos, aunque reconozcamos que tiene varias naciones dentro. Además debe exigir una RTVE y Justicia más apartidista, volviendo a la ley Zapatero y, a partir de ahí, solo con esos puntos consensuados, acceder a una investidura de Rajoy con la mínima abstención.
Y si el PP no quiere, el PSOE no debe contribuir sustentar un ejecutivo heredero del absolutista de los 4 últimos años, debe votar NO sin miedo y con Orgullo, mostrando que son alternativa y no continuismo.