El que la haga que la pague

Escudriñar informes, sentencias, documentos... entrevistar a personas, comprobar datos, revisar la hemeroteca... maravilloso trabajo éste de la comunicación, más incluso cuando se trata del papel en que, la misma mañana de salida de la publicación, multitud de llamadas colapsan el teléfono preguntando, felicitándote o, a veces, protestando e incluso amenazándote. Eso es periodismo.

Hoy les invito a leer pausada pero con fruición el reportaje que aparece en las páginas 16 y 17 de este ejemplar, que sólo busca aclarar quiénes son los responsables de ese gasto cercano a los 2,5 millones de euros en toda una parafernalia pensada desde los despacho de la Diputación de Toledo en la época en que Arturo García-Tizón, Jaime Ramos, José Luis Rivas, Emilio Bravo y compañía hacían y deshacían desde el edificio de la toledana Plaza de la Merced.

Pretender pagar cuatro céntimos de euro por cada metro cuadrado AL AÑO no es que sea un atropello, es verdadera usura, más incluso cuando a posteriori pones en marcha la maquinaria necesaria para expropiar ese terreno que no va a albergar ningún hospital, ninguna escuela, ninguna carretera, en fin, algo que sólo va a arrebatar al común de los mortales la posibilidad de ver Ciudad de Vascos gratis para obligarnos a pagar ‘peaje’ con un barco de 400.000 euros.

Lo que también me choca de todo este asunto es lo nervioso que se está poniendo el expresidente Tizón, además de los ‘riles’ que les deben estar entrando por el cuerpo a todos sus ‘adláteres’, alguno de los cuales incluso aun ahora debe ‘hasta de callarse’ por las deudas que dejó en alguna población donde ‘según son los padres, son los hijos’.
Pero no desvíen la mirada mucho más lejos, porque por estas tierras talaveranas también sigue campando ‘a sus anchas’ el que fuera vicepresidente de la institución provincial hasta hace un año. No es otro que Ramos Torres, Jaime Alberto, el cual no reparó en hacerse fotos –algo a lo que dedica un tanto por ciento muy grande de su tiempo– en las ilegales pasarelas del río Uso que él mismo también consintió que se construyeran, incluso apoyó la mayor edificando una oficina para que se vendieran las entradas del barco. Vamos, todo bien preparadito.

Tras las sentencias de los tribunales obtenidas ahora habrá que pedir responsabilidades políticas y judiciales. ¿O es que Jaime Ramos ya no se acuerda del ‘caso de los fluorescentes’?

Acabo afirmando que a este ejemplar en papel de La Voz del Tajo le seguirán muchos más, por nosotros no quedará, avisando a las malas lenguas que no tienen ocupación.