FUTBOL | Ha incorporado al excentral blanquiazul Javier Gutierrez como segundo
Felines dirige su primer entrenamiento pensando en el derby del domingo frente al Talavera La Nueva
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José Basualdo y Ricardo Branco, durante el encuentro que disputaron Argentina y Brasil en Italia'90. |
miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h
Cuando sus caminos se cruzan en un terreno de juego no hay amistoso que valga. Son demasiados años de rivalidad delante de un balón que nunca estuvo tan mimado en unas botas de fútbol. La pelota "los busca, los reconoce, los necesita" y ellos "la bajan, la duermen, la bailan" en el "pecho de su pie", donde "descansa, se hamaca" y "ríe radiante en el aire", como escribía Galeano. Demasiados ídolos o 'proyectos de' en un campo que nunca se siente incómodo con su presencia y ante una grada que por un día se muestra infiel a los colores de su equipo de mil amores. Y es que, nadie que ame el deporte 'rey' puede mostrarse imparcial cada vez que se baten en duelo. O se es de unos o de otros. De Pelé o de Maradona. De la 'torcida' o la 'hinchada'. De la 'samba' o el tango'. Del 'jogo bonito' o la 'garra latina'. De la 'canarinha' o la 'albiceleste'. De Argentina o Brasil.
Ni 'rossoneri' frente a 'neroazzurri', ni 'xeneizes' ante 'millonarios', ni 'merengues contra 'culés'. La "c" de Clásico del balompié 'creció' a mayúscula cuando el 20 de septiembre de 1914 ambos países escribieron el primer capítulo de una novela bélica deportiva sin igual. Aquellas páginas de inicio retalaban su primera contienda: la Selección brasileña hacía su debut oficial en Buenos Aires, cayendo estrepitosamente por tres goles a cero ante un combinado argentino en plena adolescencia (13 años se cumplían de su debut ante Uruguay). Sólo siete días después, la segunda entrega daba su primer giro argumental con el mismo escenario de por medio: en el estreno de la extinta Copa Roca, volvían a verse las caras para que, en esta ocasión, fueran los 'cariocas' los que asestarán su primera bofetada de humildad (0-1).
A partir de ahí, la historia seguiría su curso y el destino les depararía nuevos episodios comprendidos en un índice de gloria: siete Mundiales, 22 títulos continentales, ocho medallas olímpicas, diez pamanamericanas y más de 50 títulos en competiciones sub-23, sub-20, sub-17 y sub-15. Palmarés envidiable donde los haya que oculta ante sí una cuestión ya universal que sirve de verdadero argumento para este libro convertido con el paso de los años en 'incunable deportivo': ¿Quienes son los mejores del mundo?
Este miércoles, a las 18.00 horas, el dictamen provisional se dará a conocer en Qatar. Tierra neutral en la que pentacampeón y bicampeón del mundo dirimirán una vez más su posición de supremacía y privilegio en un olimpo del fútbol que ha sido testigo de su lado más terrenal en el pasado Mundial de Sudáfrica. Sus catastróficas derrotas en cuartos de final ante la subcampeona Holanda y la renovada Alemania provocaron la indignación de dos países que ya hacían hueco en sus elásticas para una nueva estrella de campeón.
Ahora, recuperar ese honor perdido ya no será cosa de Dunga y Maradona. El 'Mano' Menezes y el 'Checho' Batista serán los encargados de volver a llenar de experiencia dos banquillos acostumbrados en los últimos años a vivir de las rentas de exitosas y pasadas trayectorias como jugador. De momento, las primeras pruebas apoyan esta nueva etapa de transición: si bien la 'canarinha' ha contado sus partidos por victorias ante Estados Unidos (2-0), Irán (3-0) y Ucrania (2-0) con ese juego vistoso que tanto anhelaban los aficionados; los albicelestes, a pesar de su último revés ante Japón (1-0), no parecen echar en falta la 'mano de Dios' a la hora de vencer con apuros a Irlanda (0-1) o con rotundidad a la actual Campeona del Mundo (4-1).
No obstante, aún queda por pasar la primera de fuego. Esa que podría decantar la equilibrada báscula de resultados históricos de uno u otro lado: a día de hoy, ambos conjuntos han consechado 33 victorias y 33 derrotas en 89 encuentros oficiales y sólo a nivel amistoso los brasileños superan a los argentinos con 18 triunfos frente a 15 en 46 encuentros. Las estadísticas hablan por sí solas. No obstante, los apostantes de Betfair tienen la última palabra: a 2,66 euros por uno (a 3,48 por uno si ya se produce en el descanso) se paga la victoria como 'local' de Argentina, frente a los 2,98 euros por uno (a 3,8 por uno tras la primera mitad) que supone confiar en un nuevo triunfo de Brasil y a los 3,45 por uno (2,16 por uno al término de los primeros 45 minutos) que traerían consigo un decepcionante empate dada la expectación suscitada.
Estimaciones significativas teniendo en cuenta que el último resultado favorable para los hombres de Batista data del 8 de junio de 2005, fecha en la que dos goles de 'Valdanito' Crespo y uno de Juan Román Riquelme sirvieron para doblegar a los Kaka, Adriano, Ronaldinho, Robinho, Roberto Carlos y compañía en partido correspondiente a la clasificación para el Mundial de Alemania 2006 (3-1). Desde entonces, cuatro derrotas y un empate son el bagaje albiceleste hasta este partido: 4-1 en la final de la Copa Confederaciones de 2005, 3-0 en un amistoso de 2006 y en la final continental de Venezuela 2007, y 0-0 y 1-3 en la fase de preparación para la cita mundialista del pasado verano.
Múltiples posibilidades para los apostantes
Cualquiera de estos marcadores conlleva interesantes posibilidades para los usuarios de la casa de apuestas 'on line' más grande del mundo: a 25 euros por uno se paga el 3-1, a 28 por uno el 1-3, a 10,5 por uno el 0-0, a 36 por uno el 3-0 y a 46 por uno el 0-3. También, la repetición de 'luminosos' que marcaron tiempo atrás su devenir tanto en la historia de los Mundiales como en los últimos veinte años de la Copa América: a 10,5 euros por uno se paga el 1-2 de Brasil en Alemania 74, a 11 por uno el 0-1 de Argentina en los octavos de final de Italia 90, a 17,5 por uno el 2-2 que eliminó a los albicelestes en los cuartos de Uruguay 95 y que les hizo perder el título en Perú 2004, o a 10,5 por uno el 2-1 de Brasil en Paraguay 99.
Lo mismo ocurre si se añade un dato indispensable a la hora de valorar sus enfrentamientos: el gol no suele fallar a su cita y casi siempre que aparece, lo hace 'bien acompañado'. Sólo hay que repasar los nueve encuentros disputados durante esta última década para corroborarlo: en una ocasión se han mantenido las tablas sin tantos tras el pitido final; en tres, el 3-1 ha lucido en las crónicas del día siguiente o uno de los dos equipos no ha conseguido ver puerta; en ocho, no se han marcado menos de tres goles; y en cuatro de ellos se ha rebasado esa cifra. De este modo, apostar por alguna de estas opciones no resulta descabellado: a 1,76 euros por uno se paga que ninguno de ellos deje su casillero a cero, a 3,85 por uno que haya más de 3,5 goles, a 8,2 por uno que se logren más de 4,5, a 1,88 por uno que se anoten menos de 2,5 y a 3,2 por uno que ya en la primera mitad las dianas se cuenten, como mínimo, por partida doble.
Más aún cuando ambos bandos cuentan con artillería de sobra, también de valía y calidad contrastada, para mantener la tradición goleadora. Por los auriverdes, que no podrán contar con Alexandre Pato, Kaka o Luis Fabiano, el regreso de Ronaldinho tras 18 meses de ausencia (a 4,3 euros por uno se paga su gol en este partido y a 10,5 por uno que sea el primer goleador) será un incentivo ofensivo esencial para los prometedores Phillippe Coutinho (5,6 por uno) y André Felipe (3,9 por uno y 9,4 por uno), y para los que fueron llamados a suceder, en el pasado y presente, al, hoy por hoy, irrepetible 'O Rei': Robinho (3,55 por uno y 9,2 por uno) y Neymar (3,45 por uno y 8 por uno). Sus puntos de mira se centrarán en la meta protegida por Sergio Romero: a 1,38 por uno se paga batirle al menos una vez y a 3,35 por uno que el guardameta logre 'mojar' la polvora 'canarinha'.
Los albicelestes, por su parte, sin Diego Milito, Tévez, Agüero y Cambiasso, tendrán que encomendarse al estado de gracia de Messi (a 2,98 por uno se cotiza el tanto del segundo máximo goleador de la Liga con diez tantos y a 6,4 por uno que sea el primer goleador), al siempre resolutivo 'Pipita' Higuaín (3,2 por uno y 7 por uno), al carácter guerrillero de Ezequiel Lavezzi (3,9 por uno y 9 por uno) y a la explosión de dos atacantes que han debutado de la mejor manera posible en dos campeonatos tan exigentes como la Primera Division y la Serie A, Ángel Di María (5,1 por uno) y Javier Pastore (9,2 por uno y 22 por uno), autor éste último del 'hat trick' que dio la victoria al Palermo ante el Catania. Un cuarteto ideado con un único objetivo, romper la imbatibilidad de Víctor: a 3,7 por uno se paga que no lo consigan y a 1,33 que acaben perforando su marco.
Ante este choque más enemistado que amistoso, de lo que no parece haber duda es que la tensión será protagonista de excepción en el estadio Khalifa de Doha. Una ocasión perfecta para que las coloridas tarjetas 'escapen' del bolsillo del 'trencilla' y hagan acto de presencia en numerosos lances de la contienda. Amarillas y rojas, de advertencia o sin oportunidad de marcha atrás. No importa el color, la historia lo deja claro: en los últimos seis encuentros que han jugado en la fase clasificatoria sudamericana desde el 2000 al 2010 se han sacado una media de seis cartulinas. Aviso premonitorio para confiar más si cabe en que, de nuevo y por desgracia, la rudeza se hará patente en el campo de batalla: a 5 euros por uno se paga la expulsión, a 1,5 por uno que Argentina vea más tarjetas que Brasil (a 1,55 por uno la situación inversa) y a 2,52 , 2,74 y 2,4 por uno que se alcancen los 5 puntos, de seis a ocho y nueve o más en el encuentro (la tarjeta amarilla vale dos puntos y la roja cinco).
A la espera del desenlace final, los amantes del fútbol podrán disfrutar noventa minutos más de este apasionante debate en el que sea cual sea el resultado, seguirá sin haber acuerdo entre ambas partes. Los del sol como bandera defenderán con orgullo que su hinchada nada tiene que envidiar a la 'torcida', que el tango es más lindo que la samba, que la 'garra latina' es más efectiva que el 'jogo bonito', que no habrá nadie como el 'pibe de oro' y que Argentina es mejor que Brasil. Los del 'ordem e progresso' todo lo contrario. Y es que ya lo dijo en su día el mítico Bill Shankly: hoy más que nunca, "el fútbol no es una cuestión de vida o muerte, es algo más que eso".