Con un césped más que rápido por la granizada caída sobre Socuéllamos y con un fuerte viento, es como ha tenido que saltar el Talavera al Paquito Giménez de Socuéllamos para enfrentarse a un conjunto que ha salido en los primeros minutos más centrado que los blanquiazules. Pero según han pasado los minutos, los cerámicos se han ido centrando con un gran Iván Pérez, que dejó muestras de la calidad que atesora en sus botas, pero las ocasiones no estaban llegando de cara a la portería de Javi López.
Cuando decimos que el Talavera tiene mala suerte, lo decimos por algo, y quedó demostrado en el tanto del Socuéllamos que vino de un centro de Carlos García que pegó en Héctor Camps y cogió una parábola que se acabó metiendo entre los tres palos de la portería de Ángel Bernabé. Un tanto que sirvió de revulsivo para los de Socuéllamos y que supuso un jarro de agua fría para los blanquiazules que les costó asumir en el resto de la primera parte.
Tras el paso por vestuarios, fueron de nuevo los de Ángel García Cosín los que salieron más enchufados aunque tampoco crearon tanto peligro como en los primeros cuarenta y cinco minutos para la portería de Bernabé. La parroquia azulona pidió un penalti sobre Álvaro Garrido que no fue sancionado por el colegiado andaluz y que le costó la tarjeta amarilla al jugador local.
El Talavera buscó con la entrada de Pedro Díaz y Rubén Rivera más profundidad pero no fue el día de los extremos talaveranos y las ocasiones fueron escasas hasta los últimos cinco minutos en los que Iván Pérez, Sergio Durán y Pedro Díaz, de lanzamiento directo, tuvieron en sus botas el tanto de un empate que no lelgaría y la expedición talaverano puso marcha hasta la Ciudad de la Cerámica con un nuevo cero en su casillero.
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