No hay edición de Carnaval que se precie en la que no se oiga el nombre de Gamonal y de su archiconocida y decana Soldadesca. Precisamente esta agrupación de tambores y cornetas -y su imprescindible tropa masculina y femenina- se hicieron oír durante todo el fin de semana carnavalesco por las calles de todo el municipio. Como siempre, precedía la marcha el espantaperros, que dejaba paso a la abanderada y a los alabarderos, que -como cada año- recaudaron donativos para la formación al grito de: '¡Ánima bendita, una perra chiquita!'.
Paso firme y disciplinado que se encargaron de supervisar el mando de esta Soldadesca, que según cuenta la historia surgió como burla a las tropas napoleónicas tras ganar los españoles a los franceses en la Guerra de la Independencia, integrado por el sargento, el general y el alférez. Como cada año, el momento más simpático fue cuando las gentes del pueblo y visitantes salieron a besar la bandera que porta la Reina, sin saber quién fue el autor que le sacó con el improvisado acompañante, así como el más solemne se vivió en el breve acto religioso con el Cuadro de Ánimas frente a las Tres Cruces.
Sobresaliente actuación en un año en que se ha impulsado la recuperación de miembros antiguos, así como se dio buena cuenta para la integración de nuevas generaciones que perpetúen una tradición que se deja sentir en la festividad de Mondas de Talavera.