Desde la acera de enfrente
Referéndum catalán sí o no
miércoles 13 de enero de 2016, 12:17h
Podemos, y su líder Pablo Iglesias, se han enrocado por primera vez en una posición compleja, que establece una línea roja clara para poder llegar a un pacto, como reclama Alberto Garzón “a la izquierda del PP”, y esa línea roja es nada menos que desafiar la estructura del Estado, convocando un referéndum cuanto menos “alegal”.
En los pactos de las alcaldías “del cambio” como habla Podemos de Madrid, Barcelona, Valencia o Zaragoza, en ningún momento el PSOE puso una línea roja radicalmente contraria al programa de Carmena, Colau, Ribó o Santisteve. Ni a la inversa en Toledo o Ciudad Real, Ganemos le puso una línea roja desorbitada a Tolón ni a Pilar Zamora sino que hicieron un pacto de progreso para ambas ciudades. Tampoco García Molina trató de imponer líneas rojas en Castilla La Mancha a la hora de pactar con el socialista García Page.Sin embargo, para el Gobierno de España nos encontramos con otro panorama. De repente Pablo Iglesias, a las pocas horas de finalizar el escrutinio donde esperaba ser segundo por las encuestas andorranas, estableció que una condición imprescindible para un pacto de izquierdas, es convocar un referéndum en Cataluña en menos de 1 año para “comprender el estado plurinacional”. Esta condición claramente dinamita el tablero de juego del pacto con las demás fuerzas políticas progresistas y en especial con el PSOE. Condición además que no estaba en el programa morado aprobado por las bases.
Bien es cierto que Podemos ha conseguido sus mejores resultados donde su marca iba mezclada y la influencia del nacionalismo era muy fuerte. Así Podemos solo es primera fuerza en Catalunya y Euskadi, teniendo excelentes resultados en Galicia y Com. Valenciana. Se entiende que su postura debe ser más cercana al nacionalismo, pero de ahí a una línea roja intocable, parece una hipoteca demasiado grande de Domenech y Colau.
En principio parece que un referéndum es lo más democrático, pero para ello, tendríamos que saltarnos la Constitución, que no permite un referéndum vinculante sobre esto. Mal empezamos para afianzar la democracia, si nos tenemos que saltar las reglas de juego consensuadas. Pero además, ¿por qué justo ahora? ¿Cuál sería la pregunta?¿Podría haber varias respuestas?¿Quien puede votar?¿Por cuanto se “gana”? ¿Hacemos primero un referéndum en toda España para ver si permitimos el referéndum? Lo cierto es que la demagogia tiene las patas muy cortas y un referéndum ahora poco o nada iba a resolver, salvo destruir las normas. Después de 4 funestos años de parálisis del Gobierno y otros tantos de un PP en la oposición destrozando la concordia y promoviendo boicots a Cataluña y recursos al Estatut, lo primero que habría que hacer es sentarse, hablar e intentar negociar. Cataluña es una nación. Negarlo es absurdo. Y cabe dentro de España. Reformemos la Constitución, seamos plurales, consensuemos y, finalmente que vote Cataluña su encaje en el Estado Español, de forma que los políticos hagan política y nosotros refrendemos o no sus actos.
Por eso le pediría a nuestra diputada de Podemos Gloria Elizo que piense en un pacto de izquierdas para lo vital: la Dependencia, los Desahucios, Sanidad, Educación, Derogar la LOMCE y Ley Mordaza, Justicia, Violencia de Género, Plan de Empleo para mayores de 65 y para jóvenes… Y primero acuerden eso, hagan un pacto de “emergencia social” y, después pónganse a repensar cómo resolver el problema de nuestra plurinacionalidad. Que estoy seguro de que habrá muchas fórmulas. Hagan como en las alcaldías. Felices Reyes.