El Mediador
¡FELIZ AÑO NUEVO 2016 A TODOS!
miércoles 13 de enero de 2016, 12:04h
No, no se asusten los lectores, no me he vuelto loco. Digo Feliz año 2016 porque el Solsticio de invierno –según la Cultura del Conocimiento- es el que marca el cambio de ciclo solar, y con ello el nacimiento de una nueva luz, el nacimiento de lo que nosotros llamamos un año.
Como saben ese es el tiempo que la Tierra tarda en dar una vuelta completa en la órbita solar. Por ello, científicamente hablando, el día 21 o 22 de Diciembre -aunque los antiguos creían que era el 24 por parecerles la noche más larga- es cuando se inicia el año nuevo. De ahí, mi felicitación.
Con ello quiero contribuir con un pequeñito grano de arena a la convivencia entre todos los miembros de la “Especie Humana”. Para conseguir esa mejor convivencia sin ofender a nadie y celebrando algo verdaderamente común debemos fijar fechas que sean científicas, basadas en el conocimiento real de la naturaleza de la que todos formamos parte. Cuando realmente comienza el nacimiento de una nueva luz, léase de un nuevo sol, es decir, de un nuevo ciclo solar (Año) es el día del solsticio de invierno para el hemisferio Norte, que, a su vez, es el solsticio de verano para el hemisferio Sur.
Nuestros antepasados, quiero decir los de toda la especie, en función a sus culturas respectivas fueron festejando lo que a ellos les parecía el año nuevo en distintas fechas.
De esta forma comprobamos que la cultura más milenaria -que ahora vemos que es la China (fundada según su calendario hace 4.712 años)- al ser ya agrícola, necesita el ciclo del sol para sus cosechas. Ellos siguen un calendario Lunisolar. Celebran el año nuevo 45 días después del solsticio de invierno y 45 días antes del equinoccio de primavera, es decir, entre el 3 y el 5 de Febrero de nuestro calendario. Para ellos es con mucho la fiesta más importante del año.
El mundo Indú celebra el año nuevo basado en sus creencias religiosas, sin referenciarlo a la agricultura o la caza. Lo celebran con calendario estrictamente lunar y suele acontecer entre el 20 de Octubre y el 18 de Noviembre. También lo celebran otras confesiones como la Jainista o la Sij.
Los Judíos siguen un calendario estrictamente Lunar y celebran la festividad del año nuevo el último día de Septiembre o el primero de Octubre. Es estrictamente religiosa. Celebran el que su Dios, al terminar la creación aceptó la soberanía sobre el mundo.
Los Musulmanes, la fiesta del año nuevo la celebran de lo más variado. Como siguen un calendario lunar, y al mismo tiempo con meses de 12 días inferiores a los nuestros, igual que el mes del Ramadán, la celebración del año nuevo puede ser desde un 10 de Enero, un 11 de Febrero, un 4 de Marzo o un 15 de Noviembre, todas ellas fechas reales de los últimos años. Al ser un pueblo de pastores y nunca agrícola no necesitaron el calendario solar para regular sus cosechas.
En nuestra propia cultura, la que sigue el liderazgo de Jesús de Nazaret, al nacer y morir este en una cultura de calendario lunar –la Judaica- pero dentro de un mundo de autoridades Romanas, Solar, las celebraciones cristianas son solares y con una fecha fija al año. Son alrededor del verdadero ciclo solar, es decir del solsticio de invierno. En el caso de la iglesia Ortodoxa después del cisma del 1.061 no readaptaron su calendario Juliano y no aceptaron el Gregoriano por ello siguen con las viejas fechas. Ellos celebran el nacimiento el año nuevo el 14 de Enero. En el caso Católico ya sabemos que teológicamente la Iglesia católica nunca defendió que Cristo naciese ese día (24) pero como los Romanos lo celebraban en honor a sus diosas de la agricultura, Ceres y Mitra, a la vez que Cibeles, y era una fiesta muy celebrada en todo el imperio, las autoridades eclesiásticas decidieron celebrar el nacimiento de la nueva luz, del nuevo sol, del nuevo Dios, en esa fecha. El año nuevo, por un ajuste de calendario lo celebramos con la llegada del mes de Enero.
Pero en realidad yo lo que quiero es desearles lo mejor para las fiestas Navideñas que comienzan el día 24 de Diciembre. Con ello todos los de la Especie Humana pasaremos a celebrar el nacimiento del año nuevo cuando realmente se produce para todos, más allá de las visiones culturales anteriores. No es una cuestión de creencia o de seguimiento, se crea o no, se quiera seguir o no, el año comienza para todos con el solsticio de invierno. Basándonos en lo anterior…¡FELIZ AÑO NUEVO 2016!
Desde los albores de la prehistoria, los pueblos que se dedicaban a seguir el curso del sol, hasta los estudios de los Egipcios -que fueron los primeros que fijaron milimétricamente la órbita terrestre a su alrededor, y por ello precisaron el tiempo anual a la perfección- conocían que un día del año la noche era la más larga y el día el más corto. Desde entonces supieron que nacía un nuevo año, un nuevo sol, una nueva luz…. A esa luz, ya mitificada por los mesopotámicos en los Mitos de Gilgamesh (2.650 A.C.), se le dio el tratamiento de divina, de Dios viviente. De este mito al nuestro ya no hay nada. Si la Luz –para ellos- nacía la madrugada del 25 de Diciembre al despuntar el alba, ese día tiene que nacer el nuevo dios.
Quiero que se junten con la familia y amigos, que llenen sus jarros de vino de la tierra, que saboreen sus manjares tradicionales, y con un exquisito corderito de los alimentados en sus valles y montañas, disfruten todo lo que puedan.
Todo ello es mucho más agradable si se hace alrededor de un buen fuego, con la mejor de las disposiciones, siendo generosos y ayudando a los que queremos de verdad.
Debemos volver a nuestras ancestrales fiestas, a las que ya celebrábamos siendo Íberos, Tartesos, o Celtas, incluso mientras vivíamos bajo la cultura Romana. Debemos fundirnos con la naturaleza de la que formamos parte y saber que el cambio de sol nos traerá nuevos frutos, un verano lleno de riquezas y la alegría de disfrutarlos junto a los nuestros con el mejor ánimo y la mayor de las satisfacciones.
A disfrutar… ¡FELIZ SOLSTICIO DE INVIERNO! ¡FELIZ AÑO 2016!