Crónicas Políticas
martes 12 de enero de 2016, 11:47h
El año empieza con muy mal pie. En Talavera se ha instalado el paro como una lacra y además baja la población en más de 500 personas en un año.
Pero en el 2015 los talaveranos quisimos que siguiera al frente de este desastre el actual alcalde y su equipo de gobierno. Sin duda es la mejor opción para terminar de demoler esta endeble ciudad que un día tuvo sueños de ser grande.
En el ámbito nacional, acabamos de asistir a la elección de un nuevo presidente dela generalitat catalana, apoyado por grupos muy variopintos, cuyo único nexo es la independencia de Cataluña al precio que sea. Arturo Mas, tras meses y años aferrándose al sillón, convencido de que la historia le depara loas y alabanzas por ser el padre indiscutible del estado catalán, ha cedido a las presiones y ha dado un paso atrás dejando que sea investido presidente un tal Puigdemont. El proceso de independencia que se creía finiquitado por la ingenuidad que nos gobierna, se revitaliza así y continúa por la senda del despropósito sin remisión. Frente a ello, en España, un señor con barba y aspecto de cura sobamantecas, intenta transmitir sosiego y confianza en su gestión de la crisis que ahora se agrava.
Insinúan desde el entorno del PP, que es el momento de un gran pacto de Estado para afrontar el reto catalán. Y claro, ese gran pacto pasa por facilitar la investidura de Rajoy como presidente del gobierno. Difícilmente se podría incurrir en mayor error.
Rajoy como Mas, es parte importantísima del problema catalán. Y con Rajoy su partido y toda la acción que durante años han llevado a cabo de forma irresponsable y miserable. El rendimiento electoral que el PP ha sacado en el resto de España a costa de dinamitar cualquier solución en Cataluña, lo inhabilita por completo para ponerse al frente del problema.
La obcecación de Podemos en defender el derecho de autodeterminación, lo convierte en un aliado complicado, pero tal vez necesario. El PSOE no puede seguir ajeno a esta cuestión, pues tal vez sea el único partido que pueda suscitar apoyos suficientes para asumir la responsabilidad de solucionar el asunto. ¿Habrá alturas de miras?...