Sus autores coinciden en que no buscan que les imiten y defienden que no hicieron nada que supusiera ningún daño a la estructura.
El alcalde de Talavera, Jaime Ramos, hizo un llamamiento a la población para que nadie intente emular la escalada sobre el puente atirantado de Castilla-La Mancha que los tres 'rooftoppers' realizaron el último día de 2015 y que ha podido evidenciarse en las fotografías y vídeo que han corrido como la pólvora en las redes sociales. “Sería una pena que alguien atraído por este reto intentase llevar a cabo una aventura que no llegara a buen fin”, expresó, recordando que los autores de la escalada son profesionales con experiencia que han subido a otras estructuras como el edificio Azca de Madrid.
De esta forma, el primer edil ha querido evitar que se produzca un efecto llamada y que no haya que lamentar la muerte de algún joven que no corra la misma suerte. En esta línea, anunció que el Consistorio ha formalizado los trámites administrativos ante la Comisaría de la Policía Nacional en un documento en el que “se da fe de que los escaladores no contaban con permiso ni autorización municipal”, dejando patente que “los señores que han hecho esto no tenían permiso para hacerlo”.
Respecto a las medidas llevadas a cabo para que estos hechos no se vuelvan a repetir, Ramos dudó de que la solución sea aumentar la altura de la valla o el cerramiento, ya que “no sería impedimento para quien se ha atrevido a escalar 192 metros”. Igualmente, descartó que se pueda vigilar constantemente con un policía como elemento disuasorio en este punto de la pilona del puente.
El vídeo que subió este grupo -al margen de las fotos panorámicas que se hicieron desde la parte más alta- ha superado ya las 200.000 reproducciones en Youtube. En otro orden, el alcalde descartó que el mirador pueda abrirse al público ya que “al no ser accesible no cuenta con los permisos”.
LOS AUTORES. Uno de los protagonistas de esta 'hazaña', y que se apoda 'Alf', explicó a la Cadena SER que: “no nos imaginábamos todo esto”, al tiempo que explicó que “a los tres nos gusta conseguir fotografías que sean capaces de recordar y de crear un sentimiento. Vimos la estructura, nos gustó y nos acercamos a ver como era. No fue algo organizado. Lo hemos hecho porque nos hemos visto física y mentalmente seguros de poder hacerlo sin correr ningún riesgo”, compartiendo con el alcalde que “no queremos que sea ejemplo ni que nos imiten, no buscamos una repercusión”.
Respecto a las diligencias que pueda llevar a cabo la Fiscalía, aseveró desconocer hasta qué punto puede suceder algo. “En ningún momento quisimos hacer algo que pudiese suponer daño a la estructura ni tampoco destrozamos ni rompimos nada. El puente tiene un acceso que asusta que sea tan fácil”, concluyó.