Se trata de Aureliano Prieto, quien ha formado parte activa de esta realidad como miembro del patronato y como miembro del consejo escolar hasta poco antes de su fallecimiento.
Según explica la directora general, Ángeles Lumbreras, en una nota remitida a los medios, durante el año 2016 se trabajará el lema 'Una vida, un sueño', unas palabras que ya se han hecho realidad en la vida de Don Aureliano. “Un día se atrevió a soñar junto a otros y con tesón, esfuerzo, sacrificio, ilusión y mucha esperanza consiguió hacerlo realidad”, manifestaron.
En esta jornada de recuerdo, familiares, usuarios y trabajadores de la entidad participaron en una Eucaristía en acción de gracias por la entrega y el trabajo silencioso de Aureliano a favor de esta fundación, para el que fue “su segundo hogar”. Al finalizar la celebración religiosa, se descubrió en el patio una placa de cerámica en su honor, momento en que se vivió la mayor emoción de toda la jornada.
Desde la Fundación están seguros de que “desde el cielo, seguirá velando por todos y cada uno de los sueños” y recuerdan que él continuará diciéndoles “si lo sueñas, lo puedes”.
HISTORIA. La Fundación Madre de la Esperanza vio la luz en el año 1973 con un pequeño colegio y un aula taller. Actualmente, el proyecto sigue adelante dando respuesta a 360 personas con discapacidad intelectual, gracias a la dedicación incansable de un grupo de profesionales que realizan su trabajo con una dedicación exclusiva a cada persona y a su familia.
A día de hoy se gestionan nueve servicios diferentes: Atención Temprana, Centro Escolar, dos Centros Ocupacionales, Unidad de Día, cuatro Viviendas con apoyo, Servicio de Acogimiento Residencial para menores tutelados gravemente afectados, Centro Especial de Empleo: con una lavandería industria que trabaja para clientes de Talavera y sus alrededores, Servicio de Ocio Inclusivo y Voluntariado).