Denuncias, quejas, requerimientos, solicitudes y demandas de muchos vecinos y otros colectivos se han acumulado durante los últimos años en la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento, todos ellos con única intención: la limpieza exhaustiva y el derribo de los terrenos de la antigua fábrica de la ILTA (Industrias Lácteas Talavera) que se encuentran en la entrada natural de la ciudad desde Madrid.
En un plazo aproximado de un mes podrían empezar a trabajar las máquinas en el interior de este solar, con un claro abandono desde hace años y que se puede evidenciar con la vegetación incontrolada que crece en la zona exterior, la ‘okupación’ de parte de sus instalaciones por parte de indigentes desde hace años -y el consecuente merodeo con presumibles asuntos de drogas por parte de algunas personas-, el lamentable estado de la instalación eléctrica, estructural del inmueble y del vallado exterior, que a su vez sirve para que sus residentes entran y salgan de este inmueble que hasta la década de los 90 fue una firma señera del sector empresarial talaverano.
Según trasladó a La Voz del Tajo la concejala de Urbanismo, María Rodríguez, el expediente sobre este particular se inició el 15 de febrero de 2011, cuando se presentó la primera denuncia y, desde entonces, se han acumulado un total de 51 acciones dentro del mismo documento. Informes técnicos, solicitudes a la empresa para la limpieza del solar por parte de Medio Ambiente, alegaciones por parte del interesado u oficios remitidos al juez. Puesto que la propiedad hacía caso omiso a estos requerimientos que se le hacían desde el Consistorio y, en algunos casos desde la justicia, los técnicos municipales consiguieron una autorización del juez para poder entrar en esta antigua fábrica para hacer una valoración y comprobar ‘in situ’ como estaba el inmueble y la parcela en general. Posteriormente, estos trabajadores del Ayuntamiento realizaron unas medidas de derribo para ejecutarse conforme a un plan urbanístico, que incluiría el mantenimiento de la torre o chimenea que está catalogada por Patrimonio y por tanto es de carácter protegido.
Actualmente el expediente se encuentra en el trámite de ejecución subsidiaria, un hecho que se ha comunicado a la parte interesada, por lo que el Ayuntamiento procederá a pedir una nueva autorización judicial para que la empresa adjudicataria pueda entrar a limpiar toda la zona y demoler estas instalaciones. Anteriormente, ya se habían obtenido otras dos autorizaciones para que los técnicos municipales pudieran entrar a valorar el inmueble.
Es sabido y conocido por toda la ciudadanía que son varios los indigente que llevan ocupando diferentes estancias del inmueble desde hace meses, incluso años, de hecho algunas de ellas están numeradas como si de un barrio improvisado se tratara. Tal y como puede comprobarse en las imágenes, sus habitantes realizan durante cada día las labores previas de cualquier otro hogar, sin olvidar las pésimas condiciones en que lo hacen, como comer, dormir o, incluso, realizar la colada.
Por eso, antes de que se proceda a la ejecución subsidiaria de este expediente será necesaria la actuación de la Policía Local y que se proceda al desalojo de estas personas para que no haya nadie en su interior mientras se lleva a cabo la demolición.
Tirando de hemeroteca podemos recordar que en el año 2012 hubo un toque de atención a los Servicios Sociales municipales después de que una persona que estaba en la indigencia falleciera en el año 2012 en estas dependencias de la Avenida de Madrid con la calle Dámaso Alonso. Poco, o nada, se ha avanzado desde entonces.
El hecho de que estos trabajos se lleven a cabo de forma subsidiaria significa que se impondrán multas coercitivas a la propiedad, por lo que el coste total de estas labores, y que asciende a unos 200.000 euros, tendrá que ser asumido por la parte interesada. Debido a que no ha respondido ni colaborado con los diferentes requerimientos que se le han hecho, toda la parte económica que se derivará de esta ejecución del expediente le irá siendo embargada hasta que se satisfaga la deuda totalmente.
Proyectos y actividad en la zona
Desde que la ILTA dejara de funcionar allá por 1998 el inmueble se ha ido deteriorando con el paso de los años, y a pasos agigantados en los últimos ejercicios. Los indigentes han ‘tomado’ el inmueble y lo han convertido en su hogar, un hecho que ha sido denunciado en reiteradas ocasiones, especialmente por la falta de seguridad en estas instalaciones por su estado ruinoso. Los ruidos y las prácticas poco éticas de sus ocupantes han sido también motivo de queja. Hace algo menos de una década se habló de la posible construcción de un gran hotel en este solar, un proyecto en ciernes que no llegó siquiera a tomar forma por una crisis acuciante que todavía no ha remitido. En abril de este año una empresa realizaba una consulta para dividir esta unidad de actuación en dos para un posible desarrollo de viviendas; la respuesta fue positiva con el condicionante de incluir una reserva de zonas verdes.