Los sindicatos CCOO, USO, STAS-CLM, UGT y ALFYL y los tres partidos de la oposición -PSOE, Ganemos y Ciudadanos- han denunciado la situación caótica que viven los funcionarios y personal laboral del Ayuntamiento. Entre las principales peticiones está el abono del 26,2 por ciento de la paga extra del año 2012 (lo que supone 48 días) y que se acordó en pleno pagarlo en el mes de octubre, los atrasos pendientes correspondientes al año 2013 -como consecuencia de la valoración aprobada ese año- que se cifran en alrededor de 650.000 euros y la negociación para una nueva valoración de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), teniendo en cuenta que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJ-CLM) ha declarado nula la plantilla y la RPT aprobada en 2012.
Todos estos sectores sindicales han lamentado la falta de “voluntad política” para la negociación en estos y otros aspectos, al tiempo que criticaron la falta de organización y de coordinación en los servicios municipales por falta de personal. De esta forma, la presidenta de la Junta de Personal, Mercedes Mayoral, solicitó un “giro radical” de todas estas políticas.
Respecto a la paga del porcentaje de la paga extra, Mayoral lamentó que “no se ha pagado por falta de liquidez, sino por una total desorganización del Ayuntamiento”. A colación de este retraso, incidió en el “descontrol” en este servicio de Personal, donde “hay vacantes pero no se sabe exactamente las plazas que faltan y que hay que cubrir”. El hecho, a su juicio, es tan “caótico” que “se va trasladando a gente de un servicio a otro según necesidades, sin tener en cuenta si dejan un servicio más cojo”, aseveró.
Toda esta situación se ha elevado a las diferentes reuniones con la concejala del ramo, María Ángeles Núñez, aunque “la Administración ha hecho oídos sordos”.
PLANTILLA. En otro orden, el representante del sindicato STAS-CLM, Celestino de la Torre, pidió “seriedad” por los problemas que arrastra la plantilla de 670 empleados públicos, entre funcionarios y personal laboral; al tiempo que recordó que una comisión de organización elaboró un diagnóstico sobre el estado y funcionamiento de los servicios municipales que “está aparcado en un cajón”. Por eso, el sindicalista informó que la principal conclusión del documento es el déficit de alrededor de 130 puestos, un asunto que se pretende abordar en la nueva Relación de Puestos de Trabajo.
Los sindicatos son conscientes de que todas las plazas no podrán ser ocupadas, ya que hay que ceñirse a lo que permita la Ley de Presupuestos a través de la tasa de reposiciones, pero “hay muchas jubilaciones que sí están dejando cojos algunos servicios”, añadió Mayoral. Actualmente, puso como ejemplo, en Personal hay dos personas de las que una está de baja laboral por sobrecarga de trabajo, hecho que “está retrasando la elaboración de las nóminas”.
En este orden, las fuerzas sindicales lamentaron que además de amortizarse 76 plazas no se han repuesto, ni siquiera, las que permite la ley.
Por su parte, Antonio Gazapo, de CCOO, fue más allá y apuntó a la intención del equipo de Gobierno de “privatizar los servicios públicos” con esta merma de personal, recordando que se acerca diciembre y está por hacer la nómina del mes o la extra. De momento no hay previstas otras medidas ni movilizaciones, aunque seguirán en la lucha y no descartan ninguna acción. “Llevamos cuatro años de buenas palabras pero al final, solución ninguna”, dijeron los sindicatos.
APOYO POLÍTICO. A esta causa se sumaron los tres portavoces de la oposición. Mientras el de Ciudadanos, Jonatan Bermejo, pidió el abono de los atrasos y una nueva valoración antes de acabar el año; la de Ganemos, Sonsoles Arnao, calificó de “incompetencia” la labor del Gobierno en esta materia por no ejecutar los compromisos que adquieren. Desde este partido pidieron formar parte de la mesa de negociación de Personal para poder estudiar la propuesta de los sindicatos y que, así, la negociación de la Valoración de Puestos de Trabajo pueda concluirse antes de acabar 2015.
José Gutiérrez, del PSOE, añadió a las críticas la “desidia” de la concejala y todo su equipo, acusando al alcalde, Jaime Ramos, de que “no es de fiar mientras no cumpla lo prometido a los trabajadores de la casa”.