La Galería Cerdán acoge entre los días 1 y 6 de junio la IV edición de la Feria de Dulces de conventos y monasterios, una iniciativa que está consolidada como un referente en la región y en la que Talavera fue pionera. En la actualidad, recoge casi 150 productos artesanos de 35 conventos de clausura de toda España, además de otros de Grecia y de Oriente Próximo (como Vietnam o China) que elevan la cifra a 41, según expresó el párroco de la Iglesia Jesucristo Redentor, David Manuel Rodríguez.
En esta cuarta feria se darán cita las órdenes de las Madres Trinitarias, Carmelitas de la Antigua Observancia, Carmelitas Descalzas, Benedictinas, Madres Agustinas, Madres Salesas, Madres Jerónimas, Concepcionistas, Comendadoras de Santiago, Dominicas, Hermanas Pobres de Santa Clara, Orden Cisterciense y los Cartujos.
Entre los productos que pueden encontrar los visitantes están miel, quesos, vinos, jabón, cremas, chocolates, objetos religiosos, incienso; entre otros dulces, también con especialidades para diabéticos y celíacos.
El alcalde de Talavera, Jaime Ramos, destacó que la iniciativa tiene dos finalidades: apoyo a las comunidades de vida contemplativa y apoyo a la misión y necesidades de la parroquia Jesucristo Redentor, que atiende a los barrios del Paredón de los Frailes, San Antonio y Santa María.
El aumento de comunidades participantes también hace pensar que se aumentará la recaudación final, que el año pasado con más de una decena menos de participantes cerró con alrededor de 6.000 euros.
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