Lamentablemente Talavera de la Reina está siendo protagonista en el panorama nacional. De ello se ha encargado Mario García Montealegre, un joven de 24 años que en la madrugada del 22 de febrero convertía un vídeo que grabó su amigo Álvaro Gragera en su peor pesadilla. En las imágenes, que fueron subidas a las redes sociales por ellos mismos, el talaverano propinaba una patada a una mujer que estaba esperando ante un semáforo en rojo en la Avenida Diagonal de Barcelona.
Por si fuera poco, el periódico El Mundo informaba el pasado fin de semana que esta no era la primera ‘faena’ de Mario, ya que se han podido rescatar unas imágenes en las que se puede apreciar como en verano de 2013 hizo una ‘entrada’ similar en el tobillo a una joven que iba paseando por el paseo marítimo de Benidorm. También en esta ocasión se le pasó por alto el peligro que conlleva compartir vídeos en las redes sociales.
En esta ocasión se comprueba como Mario efectúa esta lamentable escena mientas un amigo apenas puede estabilizar la imagen por las risas. El talaverano celebra su triste comportamiento como una hazaña y no duda en felicitarse con comentarios en Twitter por esta ‘entrada al tobillo’. Su persona se ha convertido en objetivo de todas las críticas, saliendo a relucir algunos comentarios poco afortunados, imágenes que no le dejan en buen lugar y fotos que mejor no hubiera colgado.
A EXPENSAS DE LA JUSTICIA. Mientras sus familiares y amigos han tratado de limpiar, en la medida de lo posible, la imagen de Mario -incluso asegurando que pedirá perdón por carta a la agredida de la Ciudad Condal-, el alcalde de la ciudad manifestó su “enérgica repulsa y absoluto rechazo” a su actuación, lamentando que haya servido para “empañar el buen nombre de nuestra ciudad”.
La semana pasada Mario acudía a la Comisaría de Talavera para declarar como autor de los hechos, donde habría reconocido su mala acción. También tuvo que declarar el que grababa, Álvaro Gragera, onubense de 25 años, quien habría manifestado que se trató de una “broma de mal gusto, para hacer la gracia y que grabamos para verlas los amigos”.
Por su parte, Mario habría reconocido que había bebido en una larga noche festiva. Los dos jóvenes se encuentran en libertad bajo la imputación policial por una falta de vejaciones, aunque no se descarta que el juzgado de Barcelona instruya una denuncia de la agredida por delito de lesiones con agravante de alevosía.