Cinco vehículos, hasta la fecha, se están probando como vigilantes que aseguren el pago de los parquímetros por parte de los conductores que estacionen en zonas reguladas para tal fin en Madrid. Estos coches tienen cámaras en el techo y escanean las matrículas de los turismos aparcados en zona verde o azul y, con un simple barrido, detectan si se ha pagado el tique. En caso contrario, envian un mensaje de texto a los trabajadores del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) de una zona concreta.
A continuación, son los empleados los que comprueban este hecho e interponen la correspondiente multa. En caso de que al llegar el momento de la sanción física, si el vehículo ya tiene el justificante de haber abonado la tasa, no se llega a tramitar la multa.
Este sistema entró en vigor este verano y se mantiene en periodo de prueba; el objetivo es apoyar el trabajo que hace el controlador, exponen fuentes municipales de la capital española.