Víctor Borreguero
miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h
Los “Quinceeme” no son una jaula de grillos, ellos son los grillos.
Durante la década de los 60, muchos fueron los movimientos de jóvenes que se desplegaban con el afán de mostrar sus ideales pero uno de ellos marcó al mundo entero. “Con su moda, pensamientos, música y estilo de vida pacifista”, esas fueron las bases del hippismo.
El periodista Michael Fallon acuñó el término ‘hippie’ refiriéndose a la reunión de los beatniks y bohemios. La sociedad, escandalizada, rechazó y criticó a aquel grupo de jóvenes que daban esquinazo a los cánones sociales establecidos. Su forma de vida, la ropa estrafalaria llena de colores, el pelo largo, su discurso crítico, político y pacifista... Morrison, Janis Joplin, Joe Coker, Jimi Hendrix, Led Zeppelin, Pink Floyd, Santana y otros muchos pusieron música a aquella convulsión. Veinte mil hippies se reunieron en el festival Golden Gate Park en enero del 67; la guerra en Vietnam era su blanco predilecto. Eran años rebeldes y la prensa ayudó a que la corriente se difundiera y se imitara en todo el planeta.
Las nuevas generaciones querían un mundo nuevo, pero los hippies se transformaron. Ejecutaron “La muerte del hippie” simulando el entierro de su movimiento. En la procesión, cargaron un ataúd lleno de reliquias de su ideología y el simplón lema “Solo paz y amor”. ¡Algunos éramos tan jóvenes en experiencias desapacibles, que ni participamos! Ellos eran los grillos. El resto de la sociedad, la jaula.
Tres años después, en París estalló el mes de mayo. “Después de lo que hemos vivido durante este mes, ni el mundo ni la vida volverán a ser como eran”, dijo Daniel Cohn-Bendit, un popular dirigente estudiantil, y París vivió una eclosión revolucionara que puso en tela de juicio las bases sociales y económicas vigentes: el modo de producción, la jerarquización, la función del estado, la institución e la familia, el sexo... Las consignas y lemas del movimiento amenazaban el sistema establecido. Con estas dos banderas –“La imaginación al poder” y “Seamos realistas, pidamos lo imposible” –, la Sorbona fue ocupada y declarada comuna libre. A pesar del fracaso, las consignas condicionaron el desarrollo ideológico europeo.
Me pongo a fantasear la historia del año 2017: “En el mes de mayo de 2011, la Puerta del Sol de Madrid fue ocupada y declarada comuna libre.” A quienes nos tocó, en suerte o en pesadilla, el mayo francés y el movimiento hippie…
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Confianza y entusiasmo
Últimos comentarios de los lectores (3)
331 | Aladroc - 01/06/2012 @ 13:26:55 (GMT+1)
Un trending topic de este tipo ocurre por la misma facilidad con que se maneja cualquier tipo de masa de gente con cualquier sofisma populista. Es vergonzante la situación provocada por todas esas personas ofendiendo a la Sra. Esperanza Aguirre, a pesar que ella debiera hacer igual que el Papa y dedicarse a su magisterio y no entrar en jardines futbolisticos en donde siempre hay polvora dispuesta a prender. Quizas haciendo un poco de política-ficción, puedo imaginarme unas ideologias diferentes a los nacionalismos actuales, si en vez de sistemas autonómicos, cuando se estableció la constitución, se hubieran permitido los federalismos del mismo tipo que Alemania y que aquí teniamos en mente hace 80 años atras. Pero tenemos lo que tenemos y hay personajes como el Sr. Carod y Sra. Esperanza que desde sus feudos azuzan a las personas que no se detienen a pensar cuanto de verdad hay en lo que les cuentan y se enfrentan a cualquiera que piense diferente. Triste espectáculo y decepcionante paisanaje, aunque se de buena tinta que hay muchos que no opinan igual en uno y otro lado, lo cual me llena de esperanza.
264 | Hispalis - 16/01/2012 @ 11:25:53 (GMT+1)
Sr. Borreguero: Haciendo memoria y relacionando datos, o sea, "atando cabos", permítame la osadía de rectificarle. Vino antes "El gato y el cascabel" que "El camaranchón". Es para mí un honor leerle.
140 | Enrique Barrios - 27/05/2011 @ 19:15:04 (GMT+1)
Me ha encantado su artículo. Sus recuerdos, su visión relaaista de las cosas. Su entusiasmo. La experiencia de Víctor Borreguero es única. Un honor seguir leyéndole. Muchos de aquellos de la UCD le recordamos con cariño y agradecimiento.
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